La Dirección de Seguridad de Estambul ha ordenado hoy, a petición de la Fiscalía, una operación para detener a 125 agentes de policía sospechosos de pertenecer a la red del predicador Fethullah Gülen, al que el Gobierno turco acusa de orquestar el intento de golpe de Estado del pasado julio.

Los agentes, entre los que se cuentan 30 mandos, están acusados de usar en sus móviles ByLock, una aplicación de mensajería cifrada y que supuestamente fue desarrollada especialmente por la cofradía gülenista para permitir a sus miembros comunicarse de forma segura, informan los medios locales.

El pasado 7 de octubre ya se lanzó una orden de detención contra 166 agentes por este motivo.

Días antes, el 4 de octubre, 12.801 policías fueron suspendidos por su supuesta pertenencia al grupo terrorista FETÖ, como las autoridades se refieren ahora a esa cofradía, hasta 2013 aliada del partido gubernamental, el islamista AKP.

Desde el golpe de Estado, decenas de miles de militares, policías, funcionarios, jueces, maestros y profesores universitarios han sido suspendidos o arrestados por supuestos vínculos con Gülen.

La emisora NTV cifró la semana pasada en 130.000 el número de empleados públicos suspendidos.