La XXV Cumbre Iberoamericana arranca este viernes en Cartagena de Indias (Colombia) con la inesperada petición del presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski, de activar la Carta Democrática de la Organización de Estados Americanos (OEA) contra Venezuela, lo que implicaría la suspensión del país de esta última organización.

Si la intención de los organizadores de la cita (Colombia, país anfitrión, apoyado por la Secretaría General Iberoamericana) era centrar la cumbre en los temas relacionados con la juventud, la educación y el empleo, y aparcar las cuestiones políticas que generan más división entre los países de la región, como es la situación interna de Venezuela, el anuncio de Kuczynski puede hacer saltar por los aires esta pretensión.

"Nosotros vamos a estar en Cartagena con los líderes latinoamericanos y plantearemos que se active la Carta Democrática contra el Gobierno venezolano", anunció este jueves el presidente peruano en Lima, antes de viajar a Colombia. Kuczynski también ve necesario preparar "un operativo de ayuda humanitaria para Venezuela" para hacer frente a los problemas de alimentos y medicinas que padece la población.

Pero el presidente peruano no será el único que llame la atención sobre la crisis en Venezuela, con un Gobierno que se niega a reconocer el poder que la oposición tiene en la Asamblea Nacional, cuyas iniciativas tumba con el apoyo de un poder judicial falto de independencia.

Empresarios iberoamericanos también instarán, en un foro paralelo a la cumbre, al Gobierno venezolano a respetar la actividad de las empresas y los derechos de los trabajadores, porque de lo contrario podría ser sancionada incluso con su expulsión de la Organización Internacional del Trabajo. MADURO NO ESTARÁ

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, no participará en la cumbre, a la que ha decidido enviar a un viceministro, al igual que Bolivia. Solo 12 de los 22 países que componen la Comunidad Iberoamericana de Naciones (América Latina, más España, Portugal y Andorra) estarán representados por sus jefes de Estado y de Gobierno.

Es el caso de España (Rey Felipe VI, que llegó anoche), Colombia (Juan Manuel Santos), Andorra (Antoni Martí), Chile (Michelle Bachelet), Ecuador (Rafael Correa), Guatemala, (Jimmy Morales), Honduras (Juan Orlando Hernández), México (Enrique Peña Nieto), Panamá (Juan Carlos Varela), Perú (Pedro Pablo Kuczynski), Portugal (que envía a presidente, Marcelo Rebelo De Sousa, y primer ministro, António Luís Santos da Costa) y República Dominicana (Danilo Medina).

Costa Rica, Uruguay y Nicaragua enviarán a sus vicepresidentes, mientras que Argentina, Cuba, Brasil, Paraguay y El Salvador participarán con sus cancilleres (ministros de Exteriores).

La celebración de esta cita --antes anual, ahora bienal-- que viene organizándose de manera ininterrumpida desde 1991 tendrá lugar además en medio de los intentos del presidente Juan Manuel Santos de relanzar el proceso de paz con la guerrilla de las FARC tras el rechazo de los colombianos al acuerdo alcanzado en el plebiscito del 2 de octubre, y de iniciar conversaciones similares con el Ejército de Liberación Nacional.

Del proceso de paz con las FARC y del papel que Naciones Unidas puede jugar en este país -hay una misión con el mandato de verificar el alto el fuego que no se ha llegado a desplegar totalmente-- podrán hablar los líderes con el secretario general electo de la ONU, Antonio Guterres, que participará en la cumbre.

Por segunda vez en la historia de estas cumbres, impulsadas por España y México en 1991, faltará el presidente del Gobierno español, que desde el miércoles se somete a un debate de investidura del que, esta vez sí, espera salir elegido jefe del Ejecutivo. En 2010, José Luis Rodríguez Zapatero también tuvo que cancelar su asistencia a la Cumbre Iberoamericana de Mar de Plata (Argentina) porque debía adoptar una serie de medidas para afrontar la crisis económica que entonces golpeaba con más dureza a Europa. GIBRALTAR, POR PRIMERA VEZ EN LA AGENDA

Una de las novedades de la cumbre de Cartagena será el comunicado de apoyo a España en la cuestión de Gibraltar que previsiblemente aprobarán los líderes iberoamericanos al término del encuentro, que concluirá en la tarde del sábado.

Nunca antes en la historia de estas cumbres España solicitó de sus colegas iberoamericanos un gesto así, similar al que año tras año se tiene con Argentina respaldando, también con un comunicado, su reivindicación sobre las islas Malvinas e instando a Reino Unido a solucionar el contencioso por la vía del diálogo.

¿Por qué entonces España pide ahora un respaldo similar en la cuestión de Gibraltar? Porque con la salida de Reino Unido de la UE España ya no se ve obligada a constreñir el contencioso al ámbito bilateral y a los órganos competentes en Naciones Unidas para evitar contaminar la relación con un socio europeo, sino que se siente más libre para elevar la reivindicación a otros foros internacionales, explican fuentes diplomáticas a Europa Press.

La cumbre de Cartagena, cuyo lema será ''Juventud, educación y emprendimiento'', se cerrará también con un Pacto por la Juventud en el que cada país anunciará una medida dirigida a mejorar un aspecto concreto de la situación de los jóvenes iberoamericanos.