El consejo asesor del Gobierno alemán, los llamados "cinco sabios", apremiaron hoy a la canciller Angela Merkel a impulsar reformas estructurales, a escala alemana y europea, y advirtieron de que la solidez económica actual no será eterna.

El hecho de que Alemania haya podido hacer frente mejor que otros socios de la Unión Europea (UE) a la crisis global no se debe a las medidas impulsadas por Merkel, sino a "Ejecutivos anteriores", afirmó la economista Isabel Schnabel, miembro del consejo.

Lo que Alemania y el conjunto de la UE precisan son "reformas estructurales que conduzcan a un crecimiento sólido", especialmente en aquellos más afectados por la crisis, añadió su colega Volker Wieland, para criticar a continuación al Banco Central Europeo (BCE).

Los actuales niveles mínimos de los tipos de interés "no son los adecuados", ni para la primera potencia de la UE ni para el resto de la zona euro, consideran los "sabios", que recomiendan poner fin, antes de lo previsto, a lo que califican de "desproporcionada expansión monetaria".

Los "sabios" alternaron las críticas al BCE con los reproches a Merkel, a la que reprocharon haber ignorado sus sucesivos apremios a aplicar reformas sociales y laborales, además de aumentar la inversión pública.

De acuerdo con sus estimaciones, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de Alemania se situará este año en el 1,9 % (frente al 1,5 % que apuntaron en marzo) y para el siguiente prevén una expansión del 1,3 % (frente al 1,6 % de entonces).

Para el conjunto de la zona euro, pronostican un crecimiento del 1,6 % este año y del 1,4 % en 2017.

La prosperidad económica actual "no es un cheque en blanco" para el futuro, admitió la canciller, al recibir acompañada del titular de Finanzas, Wolfgang Schäuble, y otros miembros de su Gobierno un informe de más de 500 páginas.

"Es hora de reformas" es el título del volumen de recomendaciones de los "sabios", que la canciller acogió como un "incentivo constructivo a actuar", para defender a continuación que su Gobierno no había dejado nunca de reformar e invertir.

El consejo asesor incluye en el paquete un nuevo aumento progresivo de la edad de jubilación -a principios de la actual legislatura se subió a 67 años- para impedir que se disparen las cuotas al seguro obligatorio.

Los "sabios" insistieron, además, en sus críticas anteriores a la implantación de un salario mínimo interprofesional y advirtieron de que muchos de los afectados son trabajadores ya de edad avanzada, a los que aguardará una pensión mínima cuando se jubilen.

Para el consejo asesor, el último intento de reforma estructural ambiciosa fue la emprendida bajo el liderazgo del canciller socialdemócrata Gerhard Schröder (1999-2005).

En lugar de avanzar en esa dirección, continuaron los "sabios", Merkel y su gran coalición actual ha introducido medidas que una economía sólida como la Alemania no necesita, como el mencionado salario mínimo o el freno a la subida de los alquileres.

Los críticas al Ejecutivo es uno de los rituales propios de los "sabios" -como lo es que entre ellos surja una voz divergente, la del profesor Peter Bofinger, único en el consejo que defendió, de nuevo, tanto a Merkel como al presidente del BCE, Mario Draghi.

Las advertencias contra Draghi no entraban, en rigor, en la categoría de "recomendaciones" al Gobierno, ya que la línea de actuación del BCE es por definición independiente respecto a los Ejecutivos.

Tampoco cuadraban en esa consideración los párrafos relativos al "brexit", que según los "sabios" debería aún tratar de "detenerse", cuestión que tampoco está en manos de Merkel, ya que la salida de Reino Unido de la UE fue decidida por los británicos.

En cualquier caso, el consejo asesor recomienda buscar la manera de "minimizar" daños, llama a "todos los actores políticos" a evitar una salida "prematura" de Reino Unido y apuntan que las concesiones a Londres no deberían ser "un tabú" en el proceso negociador.

A largo plazo, apuntan, será el propio Reino Unido el más perjudicado por las consecuencias negativas de esa salida.

Merkel agradeció, de nuevo, la recomendación sobre el "brexit", recordó que Londres debe invocar aún al artículo 50 del Tratado de Lisboa -que regula la salida de un socio del bloque- y recordó que no se dejará que Rieno Unido u otro estado "picotee" para quedarse con la golosina del conjunto y rechace lo que no le apetece.