El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, confirmó hoy que seis personas murieron ayer en el ataque talibán contra un consulado de su país en el norte de Afganistán.

Steinmeier, que compareció brevemente ante los medios con motivo del atentado, reconoció además que el ataque se perpetró mientras el Gobierno alemán decide su implicación futura en Afganistán, pues el mandato de su Ejército en el país concluye a finales de este año.

"Estoy aliviado porque los ocupantes del consulado alemán, alemanes y afganos, fueron llevados a un lugar seguro y resultaron ilesos. Pero, con las imágenes que hemos visto de la destrucción de la explosión, no es sorprendente que el ataque causase la triste noticia de personas muertas y también muchos heridos", aseguró.

El jefe de la diplomacia alemana agradeció la rápida actuación de las fuerzas de seguridad afganas y las de los aliados con presencia en el país, que demostraron "gran valentía" y "alta profesionalidad" al responder a la acción de los talibanes.

Los atacantes, "terroristas muy armados", fueron respondidos por efectivos alemanes, letones, belgas y georgianos, y llevaron a cabo un "trabajo bueno y comprometido".

Steinmeier explicó que el gabinete de crisis que se puso ayer en marcha tras las primeras noticias del ataque esta siguiendo la situación y coordinando la toma de decisiones.

El atentado, que comenzó alrededor de las 23.00 del jueves (18.30 GMT) y se prolongó durante unas horas, consistió en la detonación de un camión bomba y el posterior asalto al consulado alemán en Mazar-e-Sharif, en el norte de Afganistán.

Afganistán vive una situación de creciente violencia ante el progreso de los talibanes, que en las últimas semanas intensificaron los combates en los alrededores de al menos cinco de las 34 capitales de provincia.

La OTAN permanece en el país con alrededor de 12.000 efectivos en tareas de asesoramiento a las fuerzas nacionales, y EEUU mantiene a 9.800 soldados, una dotación que disminuirá para el año que viene hasta los 8.400 militares.

Alemania mantiene su presencia militar en Afganistán, después de que el Gobierno de Berlín decidiera el año pasado prorrogar su mandato ahí, de acuerdo con sus aliados de la OTAN, hasta finales de este 2016.