El ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, consideró hoy que la conversación entre el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, es una acción menor, un "pequeño truco" de Taiwán que no alterará el respaldo de EEUU a Pekín.

En declaraciones a la cadena hongkonesa Phoenix TV, Wang minimiza el contacto entre Trump y Tsai, el primero que se produce a este nivel en casi 40 años, y cree que el compromiso que Washington ha mantenido durante años con el principio de una "sola China" no cambiará.

El ministro espera que las relaciones entre Estados Unidos y China no se vean "dañadas" tras la conversación del viernes, en la que Tsai pidió apoyo a EEUU para lograr una mayor participación internacional de Taiwán, una isla que se declara soberana e independiente pero que es considerada por Pekín una "provincia rebelde" y, por ende, parte de su territorio.

"El principio de una sola China es la base" del desarrollo de las relaciones sino-estadounidenses, remarcó Wang.

La llamada se produce en un momento tenso para los lazos entre Pekín y Taipei, tras la llegada al poder el pasado enero de Tsai, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP).

Desde la toma de posesión de la mandataria, Pekín ha elevado la presión sobre la isla para forzar a Tsai a que reconozca que Taiwán es parte de China, y ha cortado todos los contactos a nivel oficial.

De ahí la importancia de la llamada entre Tsai y Trump, un contacto inusual que, según algunos expertos, empañará el inicio de la relación entre el nuevo mandatario estadounidense y el presidente chino Xi Jinping.

Los contactos oficiales a alto nivel entre Taiwán y Estados Unidos han estado restringidos debido a la oposición china desde 1979 -cuando Washington rompió sus relaciones diplomáticas con la isla-, pero la llamada del viernes ya ha generado altas expectativas sobre el aumento de los intercambios.