El ministro principal del Gobierno de Gales, el laborista Carwyn Jones, pidió hoy al Ejecutivo británico que negocie con la Unión Europea (UE) "un acceso sin restricciones" al mercado único europeo, pues de lo contrario la región "perderá competitividad".

"Si eso significa ceder en inmigración, es lo que habrá que hacer", afirmó en una rueda de prensa el líder regional, que señaló que si el Reino Unido pasa a operar bajo la normativa tarifaria de la Organización Mundial del Comercio (OMC), las exportaciones se encarecerán y Gales "no podrá competir".

Jones observó que el Gobierno de la primera ministra, la conservadora Theresa May, ya ha admitido que "el control total de las fronteras es imposible" al comprometerse a mantener abierto el paso entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que está en la UE.

El político laborista convocó a la prensa extranjera en Londres al mismo tiempo que el abogado general del País de Gales, Richard Gordon, expone hoy sus argumentos ante el Tribunal Supremo en el caso del "brexit".

El Supremo analiza desde el lunes hasta hoy el recurso del Gobierno británico contra un dictamen anterior que le obliga a consultar con el Parlamento de Londres antes de activar el artículo 50 del Tratado de Lisboa, lo que iniciaría el periodo de dos años de negociaciones con Bruselas para salir de la UE.

Al igual que hizo el abogado general de Escocia, Gordon sostiene que el Parlamento británico debe legislar para autorizar el proceso del "brexit", y los Parlamentos autonómicos, en su caso la Asamblea galesa, deben ser igualmente consultados.

Jones explicó en la rueda de prensa que esta consulta es necesaria para "defender el principio constitucional de soberanía parlamentaria", pero admitió que los legislativos autonómicos "no tienen poder de veto".

El Gobierno galés no buscará "entorpecer ni retrasar" el proceso de negociación con la UE, que May quiere iniciar a finales de marzo, pero sí pedirá "claridad" sobre la estrategia del Ejecutivo central, y luchará por la permanencia en el mercado único, dijo.

El laborista reconoció que tiene por delante una labor de persuasión del electorado galés, que en el referéndum del 23 de junio votó en un 52,5 frente a un 47,5 % a favor de abandonar el bloque comunitario.

"Hubo muchas razones para ese voto, pero nadie votó por perder competitividad y puestos de trabajo", declaró Jones, que insistió en el riesgo que plantearía para la economía galesa que el Reino Unido optara por un "brexit duro" y saliera del mercado único.

El líder autonómico dijo que se aliará con Escocia, gobernada por el independentista SNP, "en los puntos en común", pero señaló que el Gobierno escocés "sigue otro camino", pues ha amenazado con convocar otro referéndum de independencia, después del de 2014, si no se defienden sus intereses, algo que descarta Gales.