La Audiencia Nacional ha rechazado trasladar al preso etarra Henri Parot a una cárcel francesa al entender que iría en contra de su resocialización ya que no se ha desvinculado de ETA, su arraigo en aquel país se ha difuminado y también por haber sido condenado por "gravísimos" delitos de sangre.

En un auto, la Sección Primera de la Audiencia Nacional desestima el recurso de apelación presentado por Parot contra el auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria que rechazó su traslado a Francia al defender que ETA mantiene allí infraestructura y por no haberse desvinculado de la banda terrorista.

Este juzgado utilizó esos mismos argumentos para impedir los traslados de otros dos etarras -Aratz Gómez Larrañaga y Arkaitz Sáez Arrieta-, que también lo solicitaron apoyándose como Parot en la normativa europea que permite cumplir las penas en cualquier país de la Unión Europea.

Pero ahora la Audiencia Nacional ha revocado el auto contra estos dos etarras y les autoriza a cumplir su condena en Francia al considerar que carecen de arraigo en España, que no han sido condenados por delitos de sangre y que no son dirigentes de ETA.