El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, junto a los primeros ediles de las nueve ciudades más importantes del país plantan cara al presidente electo Donald Trump y a lo que se prevé que pueda ser su política migratoria.

El alcalde neoyorquino, junto con otros regidores estadounidenses, quieren impulsar una reforma de inmigración antes de que el presidente Barack Obama abandone la Casa Blanca y sea ocupada por el magnate Donald Trump el próximo 20 de enero.

La victoria de Trump en las elecciones del 8 de noviembre ha dado impulso de De Blasio para poner en marcha ''Ciudades en Acción'', una coalición de alcaldes liderada por el alcalde neoyorquino y que sea antagonista de las políticas prometidas por el presidente electo en materia de inmigración.

En una acción coordinada, los funcionarios de inmigración de nueve de las ciudades más grandes del país, incluyendo Atlanta, Los Ángeles, Chicago y por supuesto, Nueva York, han efectuado recientemente una conferencia telefónica con la Casa Blanca con el fin de presionar al Gobierno de Obama para que ejecute cambios que protejan a los inmigrantes antes de que abandone la jefatura del Estado y acceda al Despacho Oval el republicano Donald Trump.

De Blassio, que se presenta a la reelección el próximo año, no es el único que considera que una coalición de ciudades importantes puede ser un poderoso baluarte contra los cambios drásticos que pueden acontecer en Washington con la llegada a la Casa Blanca de Trump.

Alcaldes de ciudades como Seatlte o Nueva Orleans quieren una mayor influencia no sólo en política migratoria, sino también en seguridad pública y en políticas de lucha contra el cambio climático. A juicio del alcalde de Atlanta, Kassim Reed, "estamos tomando una estrategia sin excusas, en lugar de lamentar la victoria del presidente electo Trump y sus posiciones políticas".

De Blasio ha destacado que si Trump prevé deportaciones en masa "nuestras fuerzas policiales no participarán" o si hay un intento de registro de los musulmanes, harán lo posible para evitar que sea actualizado. Según informa el rotativo estadounidense ''The New York Times'', el grupo de alcaldes instó al la Casa Blanca a poder fin formalmente a un programa especial de registro para los visitantes no inmigrantes que surgió a partir del 11 de septiembre y que es una manera con la que proporcionar y crear un Registro Musulmán, idea respaldada por Trump durante su campaña electoral.

Tras la presión de varios alcaldes, entre los que también está el demócrata regidor de Washington, y de grupos de derechos civiles, el Gobierno de Obama comenzó la pasada semana a desmantelar el citado programa especial de registro, según informa ''The New York Times''.

Sin embargo, la acción ejecutiva que pretendía Obama en una dirección más progresista en materia de inmigración se ha visto quebrada y estancada después de luchas internas y de decisiones judiciales.

El camino puede ser complicado ya que el tiempo se agota para la Administración Obama, a la que quedan poco más de 20 días para dejar el Gobierno. Además, cualquier potencial acción ejecutiva de última hora puede ser revertida por la Administración Trump.

De Blasio ha tratado de reunir a otros líderes municipales para presionar a la Administración Obama para que implemente medidas de última hora en política migratoria. En opinión del alcalde de Nueva York, el poder combinado de varias ciudades de EEUU podría ser un elemento de cambio y de contrapoder que puede moderar la agenda del presidente Trump.

Sin embargo, no todos ven al alcalde de Nueva York liderando la acción contra Trump ya que según el vicepresidente del Comité Nacional Demócrata RT Rybak, "el poder de los alcaldes en este momento es que son vistos como la última forma de funcionamiento dentro del gobierno estadounidense".

De Blasio ya ha dicho en una entrevista que no está intentando convertise en un dirigente entre los alcaldes de Estados Unidos. "No tengo esa pretensión" ha dicho, apuntando en cambio a la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos que dirige el alcalde Mitt Cornett de Oklahoma City, un republicano.

En la reunión que mantuvo Cornett en el mes de diciembre con el presidente electo en la Torre Tump no se tocaron temas polémicos como la inmigración sino que se trataron temas de infraestructuras y sobre la exención de impuestos municipales.

De Blasio no es el primer alcalde que trata de crear una coalición de dirigentes municipales en torno a algo. De hecho, el multimillonario Michael Bloomberg creó una agrupación particularmente agresiva en torno al control de armas hace una década. Utilizó su fortuna y el púlpito de la alcaldía de la ciudad más grande del país, Nueva York, para ayudar a derrotar a la legislación federal, respaldada por la Asociación Nacional del Rifle, que habría permitido a los que tienen permisos de armas en sus estados de origen llevar armas legalmente a cualquier otro estado. Bloomberg reunió cerca de 1.000 alcaldes para su proyecto.