Cinco de los ocho heridos en el ataque ocurrido hoy en el aeropuerto de Fort Lauderdale, en el sur de Florida (EE.UU.), se encuentran en condición estable, informaron médicos del hospital en donde son tratados.

Cirujanos del Broward Health Medical Center declararon que los cinco heridos que llegaron a ese centro médico se hallan en condición estable, aunque dos de ellos han tenido que ser intervenidos quirúrgicamente.

"Están en el hospital, tan bien como se puede esperar", señaló a los periodistas apostados frente a este centro el cirujano Ralph Guarneri, quien no dio más detalles de los pacientes al haber una investigación en curso.

El aeropuerto de Fort Lauderdale se mantiene todavía a esta hora cerrado tras el ataque con arma de fuego que inició presuntamente Esteban Santiago Ruiz, quien sobre la una de la tarde de hoy, hora local (18.00 GMT), abrió fuego contra las personas que se encontraban en la zona de recogida de equipajes de la terminal 2 y dejó cinco víctimas mortales y ocho heridos.

De acuerdo a las autoridades federales, el atacante actúo solo y fue detenido sin resistencia tras el incidente, al parecer hecho con una pistola automática de 9 milímetros cuya munición agotó en el tiroteo.

Aunque ni el FBI ni la Oficina del Alguacil del Condado Broward han hecho público el nombre del atacante, el senador por Florida por Bill Nelson dio a conocer que fuentes oficiales le informaron que el autor de los disparos fue el joven de 26 años Esteban Santiago, nacido en Nueva Jersey y criado en Puerto Rico.

De acuerdo a medios estadounidenses, el atacante fue miembro de la Guardia Nacional, estuvo destacado en Irak por casi un año, de donde habría vuelto con desordenes postraumáticos, y se trasladó luego a Alaska.

Santiago tomó hoy un avión en Minneapolis con destino a esta ciudad del sur de Florida, en un viaje que inició el jueves en Anchorage (Alaska), donde reside y tiene una novia y un hijo.

Testigos presenciales indicaron que, después de recoger su maleta, el sospechoso fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar de manera aleatoria, pero apuntando a la cabeza de las víctimas.

En una rueda de prensa, el gobernador de Florida, Rick Scott, prometió hoy que "la persona responsable será llevada ante la justicia" y se le aplicará "la máxima extensión de la ley", en respuesta a este "acto diabólico sin sentido".