El Gobierno israelí anunció hoy nuevas medidas punitivas tras el ataque palestino con un camión que causó la muerte de cuatro soldados, entre las que figura el levantamiento de barreras físicas de separación de las zonas árabes.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, señaló en un comunicado que el país "se enfrenta a una nueva forma de ataque que pide actuar", durante su visita esta mañana a cinco soldados heridos ayer en el ataque en Jerusalén Este, entre los que hay una joven en estado grave.

Por ello, insistió en primer lugar en la necesidad de "apartar" a posibles agresores con la "ampliación de la estructura física preventiva", aumentando las barreras de bloques de cemento colocadas a la entrada de barrios y pueblos palestinos, carreteras, y paradas de autobús o de tranvía en los territorios ocupados de Cisjordania y Jerusalén Este.

"Esta opción ya ha salvado vidas en el pasado", afirmó al asegurar que ha emitido una orden para ponerla en marcha.

Además, se creará lo que denominó "una infraestructura de inteligencia preventiva" que permita detectar posibles ataques con antelación.

También instó a que exista "una rápida intervención de los soldados y civiles (...) Lo vimos ayer con el guardia de seguridad, el oficial y los soldados que actuaron de forma rápida y con ello evitaron una catástrofe mayor", en referencia a como varios soldados dispararon contra el atacante, matándolo cuando este trataba de arrollar de nuevo a los soldados con el camión.

"A veces es necesario frustrar (el ataque) incluso antes de que ocurra", señaló Netanyahu.

El mandatario mostró su admiración por la actitud de los heridos, que se han mostrado dispuestos a volver al servicio militar y a "seguir con la labor de proteger a Israel", aseguró.

"Es simplemente increíble (...) Este es el secreto de nuestro país y por eso vamos a ganar", afirmó.