Rusia, Turquía e Irán anunciaron hoy los planes de crear un mecanismo para supervisar el cumplimiento del alto el fuego como resultado de las negociaciones de paz entre el régimen de Bachar al Asad y la oposición en Astaná.

"Se tomó la decisión de crear un mecanismo trilateral que supervisará el pleno cumplimiento del régimen de alto el fuego y la ausencia de provocaciones", dijo a la prensa el ministro de Exteriores de Kazajistán, Kairat Abdrajmenov.

Abdrajmenov, quien leyó el comunicado, subrayó que rusos, turcos e iraníes se comprometieron a combatir conjuntamente al Estado Islámico y al Frente al Nusra, y a proseguir sus esfuerzos para separar a la oposición armada siria de los grupos terroristas.

"Estamos convencidos de que este asunto no tiene solución militar y que sólo puede ser resuelto a través de un proceso político sobre la base de las resoluciones" de la ONU, señaló.

Los países valoraron "la participación en las conversaciones (de Astaná) del enviado especial del secretario general de la ONU para Siria, Staffan de Mistura".

Además, en su comunicado conjunto las tres potencias apoyaron la nueva ronda de conversaciones del 8 de febrero en Ginebra, auspiciada por la ONU.

"Respaldamos el deseo de los grupos armados opositores de participar en la próxima ronda de negociaciones que se celebrará entre el Gobierno y la oposición bajo la jurisdicción de la ONU en Ginebra", destacó el jefe de la diplomacia del país centrasiático.

También confirmaron "su apego a la idea de la soberanía e integridad territorial de Siria como un país multiétnico y multiconfesional, cuya existencia está garantizada por el Consejo de Seguridad de la ONU".

Representantes del régimen sirio y de la oposición participaron ayer y hoy en Astaná en conversaciones con mediación rusa y turca para reforzar el alto el fuego en vigor desde el pasado 30 de diciembre, pero las partes enfrentadas no llegaron a entablar negociaciones directas.

Además, acudieron a la capital kazaja una delegación iraní y el enviado de la ONU y estuvo presente el embajador estadounidense en Astaná, George A. Krol.