El Tribunal Supremo griego rechazó hoy extraditar a los ocho oficiales turcos requeridos por su país por su presunta participación en el fracasado golpe de estado del 15 de julio de 2016.

El alto tribunal rechazó la extradición con el argumento de que, si regresaran a Turquía, los oficiales no tendrían garantizado un juicio usto y su vida incluso podría correr peligro.

La sentencia de hoy pone fin a un largo vaivén judicial, acompañado de fuertes presiones por parte de Ankara, que los reclamaba por el delito de alta traición.

El dictamen es concluyente y no puede ser ya apelado en ninguna instancia, por lo que los ocho militares deberían poder salir en libertad en breve, a menos que haya impedimentos en el marco de su solicitud de asilo.

Para seis de los militares la decisión de la Corte fue unánime y para los otros dos hubo un voto discrepante.

La decisión sobre el destino de estos oficiales turcos, cuyo caso ha pasado por dos instancias judiciales antes de llegar al Supremo, se esperaba para el lunes, pero fue aplazada por enfermedad de uno los jueces.

Con esta sentencia, el Tribunal Supremo griego siguió la línea defendida por numerosos juristas griegos, así como asociaciones de defensa de los derechos humanos, intelectuales y víctimas de la tortura durante la dictadura militar griega (1967-1974).

En distintos llamamientos todos estos colectivos aludieron a la situación actual de Turquía, donde los disidentes y opositores al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sufren persecución, encarcelamiento, tortura y en el que se está estudiando la reinstauración de la pena de muerte.

A la salida del tribunal, uno de los abogados de los oficiales, Jrístos Milonópulos, calificó el fallo del tribunal de "gran victoria para los valores europeos y la Justicia griega".

El letrado explicó que tras "soportar un calvario" los ocho militares deberían ser puestos en libertad inmediatamente, ya que no existen medidas administrativas contra ellos.

"La decisión de hoy muestra que en 2017 la Justicia en Grecia puede ser una gran esperanza para el futuro, cuando se le permite operar de forma independiente", dijo por su parte Ómiros Zelios, otro de los letrados, quien felicitó a la Corte y a los fiscales por haber demostrado valentía.

Los oficiales huyeron de Turquía en la madrugada del 16 de julio de 2016, en plena incertidumbre tras el intento de golpe, en un helicóptero a la ciudad griega de Alexandrúpolis, donde solicitaron inmediatamente asilo político.

Tras su detención por las autoridades griegas los ocho acusados no sólo negaron haber participado en el intento de golpe sino que aseguraron que se enteraron de la asonada por sus familiares.

Durante el juicio, en el que tuvieron que responsabilizarse por entrar ilegalmente en el país, los acusados explicaron que decidieron huir después de que el helicóptero en el que se encontraban para asistir a heridos fuera atacado.

El tribunal de Alexandrúpolis los condenó finalmente a dos meses de cárcel por entrar ilegalmente en Grecia, aunque los exculpó de la acusación de haber violado el espacio aéreo.

Desde entonces los militares estuvieron recluidos en una comisaria en la periferia de Atenas a la espera de la decisión sobre su extradición.

En distintas entrevistas con medios griegos, los oficiales reafirmaron no tener ninguna vinculación con el golpe militar y aseguraron que sus planes de vida se habían visto truncados tras su huida a Grecia, al tener que dejar atrás a sus familias.

En Grecia todos los partidos políticos celebraron la sentencia como una decisión en favor del respeto de los derechos humanos y de la legislación europea.

En Turquía, en cambio, las críticas no se hicieron esperar entre los medios oficialistas, donde los militares han sido catalogados desde un principio como seguidores del clérigo Fetullah Gülen, al que Ankara culpa de estar detrás de la intentona golpista.

El dictamen se produce en un momento especialmente sensible en las relaciones greco-turcas, con Turquía amenazando constantemente a la Unión Europea con permitir un nuevo aluvión de refugiados, y en plenas negociaciones sobre la reunificación de Chipre.