El candidato de la derecha a las presidenciales francesas y favorito de las encuestas, François Fillon, aseguró hoy que las sospechas de que su esposa tuvo un trabajo ficticio como asistente parlamentaria suya, buscan perjudicarle en las elecciones de abril-mayo próximo.

"Hace 30 años que estoy en política, sabía que iba a afrontar todas las calumnias, pero no ésa. Es abyecto", dijo Fillon, en una entrevista al canal televisivo TF1.

La justicia francesa inició hoy una investigación sobre si el ex primer ministro francés contrató a su mujer, Penelope Fillon, con un empleo supuestamente ficticio cuando él era diputado, según reveló el semanario satírico "Le Canard Enchaîné", que tasa las remuneraciones de los sucesivos contratos en 500.000 euros brutos.

"Voy a demandar a los periódicos que afirmen que mi mujer tenía un empleo ficticio", anunció el antiguo primer ministro.

El político ahondó que su esposa hizo un trabajo "real" y defendió que contratarla como asistente es "legal y transparente", de acuerdo con la legislación vigente.

Aseveró asimismo que la defenderá hasta el final y contó que no habría llegado a la primera línea política sin ella.

El candidato centro-derechista contrató por primera vez a Penelope Fillon en 1997 para reemplazar a un colaborador durante cinco años, a los que se sumaron otros tantos, entre 2002 y 2007, según "Le Canard Enchaîné".

Fillon, miembro del partido de centro-derecha Los Republicanos, dijo que presentará a la justifica "todos los documentos necesarios" para demostrar el trabajo de su mujer.

"Corregía mis discursos, me representaba en las reuniones y asociaciones, me elaboraba los resúmenes de prensa", enumeró el candidato, quien explicó que su esposa también habla inglés.

En Francia, los parlamentarios disponen de financiación (9.561 euros al mes actualmente) para contratar hasta a cinco asistentes para el ejercicio del cargo, y no es ilegal hacerlo con familiares.

Más del 10 % tienen como colaboradores a miembros de su familia cobrando dinero público de esa partida.

Fillon, de 62 años, reconoció que desde 2013 ya no tiene a ningún miembro de familia como colaborador no porque sea ilegal, sino porque la percepción de la opinión pública es más exigente.