El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, viajará mañana al Reino Unido para una visita de apenas 24 horas en la que mantendrá una reunión con su colega británica, Theresa May, la primera entre ambos mandatarios.

La entrevista tendrá lugar el próximo lunes en Londres, según fuentes oficiales, que indicaron que el viaje comenzará después de la reunión semanal del Consejo de Ministros, por la mañana local.

La Oficina del Primer Ministro israelí no ha dado detalles sobre la agenda de la visita ni de qué hablará con May, pero medios locales indicaron que Netanyahu quiere afianzar sus relaciones con Londres como parte de un eje de colaboración estratégica entre Estados Unidos, Reino Unido e Israel.

May se encontró a finales de enero en Washington con el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, y Netanyahu lo hará el próximo día 15.

Desde Londres, un portavoz de la primera ministra británica informó el jueves de que la entrevista con el primer ministro israelí ha sido concertada a fin de reforzar la relación bilateral y explorar la posibilidad de acuerdos comerciales tras el "brexit", la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Las conversaciones versarán, indicó, sobre la manera de estrechar los lazos entre ambos países y forjar nuevos acuerdos comerciales una vez que el Reino Unido abandone la UE, lo que se prevé que suceda en la primavera de 2019.

La fuente señaló que May aprovechará el encuentro, en su residencia oficial del 10 de Downing Street, para expresar la disconformidad del Reino Unido con la construcción de asentamientos israelíes en territorio palestino ocupado, pero precisó que ello no centrará las conversaciones.

Esta será la primera vez que los dos jefes de Gobierno se reúnan en persona, aunque ya hablaron por teléfono en agosto, después de que May accediera en julio al cargo sin pasar por las urnas, en sustitución de un David Cameron con el que Netanyahu tenía particular afinidad política y amistad personal.

El viaje se produce después del malestar que causó en Israel el apoyo británico a la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condenó en diciembre los asentamientos judíos y en la que, según la diplomacia israelí, Londres asumió el liderazgo de la iniciativa en ese organismo, después de que Egipto la retirase dos días antes de ser votada.

En su momento, la oficina del primer ministro israelí llegó a decir que, en respuesta a ese apoyo, Netanyahu no se entrevistaría con May en el Foro de Davos, al que finalmente él no acudió.

Desde entonces ambas partes han limado asperezas a raíz de las críticas de la primera ministra al discurso que el entonces secretario de Estado de EEUU, John Kerry, dio el 28 de diciembre contra la colonización judía y los "elementos extremistas" del Gobierno israelí.

May consideró "inapropiado" que Kerry atacara "la composición del Gobierno democráticamente elegido de un aliado".

Poco después, el Reino Unido tampoco respaldó el comunicado final de la Conferencia de Paz de París sobre Oriente Medio, en la que más de 70 países volvieron a considerar los asentamientos judíos un obstáculo para la paz y reafirmaron su compromiso con la solución de dos Estados en las fronteras de 1967.