La reina Paola de los belgas, madre del actual rey Felipe I, fue hospitalizada hoy por segunda vez en lo que va de año, en esta ocasión por una fractura de cuello femoral (o fractura de cadera), según un comunicado del Palacio Real.

La reina, de 79 años, había sido dada de alta el pasado 9 de enero tras permanecer una semana ingresada en la clínica Saint Luc de Bruselas por una "fractura vertebral" y se recuperó en el Castillo de Belvedere, una de las residencias de la familia real belga, situada a las afueras de la capital.

Tanto los médicos del hospital como el Palacio Real informaron en enero de que Paola tendría que seguir con rehabilitación durante varios meses.

Paola fue hospitalizada en una clínica de Bruselas el pasado 28 de diciembre después de sufrir una caída que le produjo una fractura vertebral, que, aunque se produjo en una zona delicada, no generó complicaciones neurológicas adicionales ni puso en peligro su vida.

La reina Paola ya se vio obligada a guardar un periodo de reposo total en 2015, cuando el Palacio Real anunció que sufría de arritmia cardíaca.

Paola fue reina consorte de los belgas por su matrimonio con el rey Alberto II, quien abdicó en su hijo Felipe en julio de 2013.