La opositora cubana Rosa María Payá confió hoy en obtener el respaldo de la comunidad internacional frente a la "agresión y grosería" del Gobierno cubano, que impidió entrar en la isla a tres altas personalidades para a asistir a un acto en memoria de su padre, el fallecido disidente Oswaldo Payá.

"Esperamos que esta agresión, esta grosería (...)encuentre una respuesta y una reacción en todos los gobiernos pertenecientes a la Organización de Estados Americanos, en todos los gobiernos de nuestra región y también en la Unión Europea", señaló la joven en su casa de La Habana.

En ese lugar debía celebrarse hoy un homenaje a Oswaldo Payá y la entrega de un premio de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia al secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien había confirmado su asistencia pero no pudo estar presente porque las autoridades cubanas le denegaron el visado, según informó él mismo a través de la red social Twitter.

Tampoco pudieron volar el martes a La Habana por el mismo motivo el expresidente de México Felipe Calderón, invitado al acto, y la exministra chilena Mariana Aylwin, quien acudía a recoger otro premio otorgado de manera póstuma a su padre, el exmandatario Patricio Aylwin.

La casa familiar de los Payá mostraba esta mañana dos sillas vacías con carteles en los que se leían los nombres de Almagro y Aylwin.

Rosa María Payá precisó que aunque sí habían seguido adelante con el homenaje a su padre, los premios no serían entregados y "las sillas permanecerán vacías" hasta que los premiados "puedan aterrizar en La Habana" para recogerlos en persona.

Al acto acudieron en torno a una veintena de invitados, entre los que se encontraban la jefa de la sección político-económica de la Embajada de Estados Unidos en Cuba, Dana Brown, así como representantes diplomáticos de Suecia y la República Checa.

Payá dijo también que el premio a Almagro busca asimismo el apoyo de la OEA "al derecho a decidir de los cubanos, a la participación ciudadana en Cuba".

"En la medida en que Cuba se democratice, también ganarán en estabilidad todas las democracias en América Latina", dijo la opositora, quien confió en que "hoy sea el inicio de un compromiso de la OEA con la causa de los derechos y la libertad en Cuba".

Precisó que no esperan que ese organismo "hable en contra de nadie", sino que se ponga "del lado de todos los ciudadanos cubanos en su derecho a comenzar un proceso de transición".

La decisión cubana de denegar la entrada a Calderón y Aylwin provocó malestar en las cancillerías de México y Chile, que lamentaron la actitud del Gobierno de Raúl Castro.

Por el momento la única explicación de Cuba ha partido de su Embajada en Chile, que mediante un comunicado aseguró hoy que la exministra Aylwin tenía la intención de participar en una "grave provocación internacional" para generar "inestabilidad interna" en la isla.

Oswaldo Payá falleció en julio de 2012 junto al también disidente cubano Harold Cepero, tras impactar contra un árbol el vehículo en el que viajaban y que conducía Ángel Carromero, dirigente de las juventudes del Partido Popular de España.

La familia Payá sostiene que fue un asesinato orquestado por las autoridades cubanas, aunque el juicio contra Carromero por homicidio confirmó la tesis del accidente.

Los disidentes están considerados por las autoridades cubanas como contrarrevolucionarios y mercenarios a sueldo de intereses "imperialistas".