El rey Mohamed VI de Marruecos llamó hoy al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para advertirle de la "grave situación" que se vive al sur del Sáhara Occidental "por las incursiones repetidas de elementos armados del Frente Polisario y sus provocaciones".

Según un comunicado emitido hoy por el Gabinete Real marroquí, Mohamed VI pidió a Guterres "que tome medidas urgentes y necesarias para poner fin a esta situación, que amenaza seriamente el alto el fuego y pone en peligro la estabilidad regional".

El comunicado se refiere concretamente a la situación en la región de Guerguerat, último puesto fronterizo marroquí antes de la franja de territorio que controla el Frente Polisario y que llama "territorios liberados".

El pasado agosto, Marruecos emprendió unas obras para alargar la carretera desde Guerguerat hasta Mauritania, a través de la zona que controla el Polisario, lo que motivó que las protestas del Frente y el movimiento de tropas de una y otra parte, sin que llegaran a producirse disparos.

Esta misma semana, el ministro de Defensa de la República Árabe Saharaui Democrática, Abdalá al Belal, dijo en una entrevista con una revista mauritana que los soldados del Polisario están a una distancia de solo 120 metros del ejército marroquí, y afirmó que sus tropas están "permanentemente" en la zona de Guerguerat desde el pasado agosto.

Marruecos -señala el comunicado de hoy del Gabinete Real- ha denunciado la presencia del Polisario tanto a la ONU como a su misión en el Sáhara (Minurso), pero al parecer sin resultados.

No está claro qué ha sucedido en los últimos días o semanas que haya disparado la tensión, pero la televisión marroquí incluyó -cosa inusual- una franja en su programación con un "alerta" explicando "la grave situación" que se vive en Guerguerat.

Antonio Guterres ha sido presentado en los medios marroquíes como "un amigo de Marruecos" y por ende proclive a apoyar sus tesis en el Sáhara, pero hasta el momento no ha dado ningún paso que pueda interpretarse en ese sentido.

Por ejemplo, se desconoce si mantendrá en su puesto al Enviado Personal para el Sáhara nombrado por Ban ki-moon, el estadounidense Christopher Ross, a quien Rabat boicotea y no permite ni siquiera visitar El Aauín ni otra parte del territorio saharaui que controla.

Pero además, la relación entre Marruecos y la ONU no se encuentra en su mejor momento, después de que Rabat expulsara a 84 civiles de la Minurso del territorio del Sáhara en marzo pasado, y solo haya permitido el retorno de un número indeterminado de ellos y a cuentagotas.