La policía de Berlín registró hoy 24 inmuebles tras la ilegalización, por parte de las autoridades regionales, de la asociación islamista "Fussilet 33" que frecuentaba el presunto autor del atentado del pasado diciembre en la capital alemana.

La policía del estado federado informó de que desde las 06.00 hora local (05.00 GMT) se llevan a cabo registros en quince viviendas, dos empresas e incluso en seis celdas de dos prisiones de la capital alemana.

Además se ha clausurado definitivamente la mezquita que gestionaba esta asociación, y que presuntamente frecuentaban salafistas dispuestos a emplear la violencia, según medios locales.

"Queremos mandar una señal clara de que las personas que están en contra de la democracia y las personas que recurren a la violencia no tienen sitio en esta ciudad", aseguró el responsable de Interior de Berlín, Andreas Geisel.

De seguido, apuntó que se actuará de manera similar contra otras organizaciones que en Berlín quieran emplear la violencia.

Geisel explicó que la ilegalización va mucho más allá de la prohibición de seguir reuniéndose en la mezquita que empleaban los miembros del colectivo y que las autoridades vigilarán para que las "estructuras" de "Fussilet 33" no se repliquen en posibles sucesores.

En total unos 460 agentes participan en esta operación.

Según las autoridades berlinesas, en esta mezquita se trataba asimismo de radicalizar a jóvenes musulmanes, en su mayoría turcos y caucásicos, para que se sumasen a la lucha del Estado Islámico (EI) y se recaudaban donaciones para los yihadistas en Siria.

De hecho, un imán de esta mezquita se encuentra desde hace días en prisión preventiva y otros cinco miembros de la asociación están siendo investigados por presuntos delitos de apoyo a una organización terrorista extranjera y preparación de actos contra la seguridad del estado.

La ilegalización de esta asociación islamista había sido materia de debate entre las autoridades del estado de Berlín desde 2015, debido a sus lazos con el salafismo, un proceso que se aceleró a raíz del ataque islamista en la capital alemana.

El 19 de diciembre el tunecino Anis Amri irrumpió con un camión de gran tonelaje en un mercadillo de navidad de Berlín y mató a doce personas; cuatro días después fue abatido por un policía en Milán.