La Federación para la Paridad, aglutinante de varias ONG alemanas contra la exclusión social, denunció hoy el "escandaloso" incremento de la pobreza en Alemania, cuestión que afecta ahora al mayor porcentaje de población desde la reunificación del país.

El porcentaje de población que sufre situaciones de pobreza o marginalidad se sitúa en el 15,7 %, como media nacional, lo que significa casi 13 millones de personas del total de 81 millones de habitantes de la primera economía europea.

Este porcentaje se dispara hasta el 22,4 % en la capital, Berlín, o del 17,5 % en los núcleos urbanos del populoso "Land" de Renania del Norte-Westfalia.

"Hablamos en términos de pobreza cuando la población queda prácticamente forzada a vivir en la marginalidad o subsiste en la precariedad", indicó el presidente de la Federación, Ulrich Schneider, al presentar su informe.

Estas situaciones se extienden "a todos los grupos calificados en riesgo de sufrir la exclusión social", precisó, lo que implica tanto jubilados, que perciben dichas rentas de miseria, padres o madres que crían a sus hijos en solitario, incapacitados o sin techo.

La evolución negativa es persistente desde hace diez años, con un aumento global del 2,1 % entre 2005 y 2015, y se ha registrado prácticamente en todo el país, incluidos los "Länder" más prósperos del sur -Baviera y Baden-Württemberg-.

Sólo se ha producido un leve retroceso en el este alemán, los estados federados del antiguo territorio comunista que en los años siguientes a la reunificación -1990- registraron índices de desempleo y pobreza que doblaron con creces a los del oeste.

Ahora la situación se ha invertido y es justamente en Renania del Norte-Westfalia donde la situación es más dramática, mientras que el único "Land" del este donde sigue creciendo la marginalidad es justamente la ciudad-estado y capital del país, Berlín.

Entre los grupos sociales considerados más vulnerables, son los desempleados crónicos los más afectados por la exclusión social -un 59 %-, seguidos de los padres o madres que crían solos a sus hijos -44 %-, las familias numerosas -24 %-, los trabajadores de baja cualificación laboral -32 %- y los extranjeros -34 %-.

"Esta tendencia no va a invertirse si el Gobierno no actúa para remediar esta situación", pronosticó el presidente de la Federación por la Solidaridad Social, Wolfram Friedersdorff.

De acuerdo con esas estimaciones, la población laboralmente activa de hoy, pero que trabaja en condiciones de precariedad, está condenada a percibir jubilaciones de miseria en el futuro; los niños que crecen en familias de escasos recursos serán, a su vez, trabajadores de escasa cualificación a medio plazo.

"Necesitamos viviendas de protección social para combatir la especulación inmobiliaria en los grandes núcleos urbanos; necesitamos invertir en formación profesional y necesitamos una reforma del sistema de pensiones", indicó Schneider.

Las ONG implicadas en el estudio coincidieron en calificar de positivo el hecho de que la lucha contra la pobreza y la exclusión social haya entrado como tema prioritario en la campaña electoral para los comicios generales del próximo 24 de septiembre.

"La cohesión social está en peligro y es correcto abordarlo ante unos comicios que definirán el próximo Gobierno", apuntó el presidente de la Federación para la Paridad.

El candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz, ha propuesto incluso revertir algunos de los recortes sociales y en las prestaciones al desempleo aprobados bajo el gobierno de su correligionario, Gerhard Schröder.

Los sondeos sitúan ahora a los socialdemócratas, bajo el liderazgo de Schulz, levemente por encima de los conservadores de Merkel, pese a que entre el electorado hay cierto escepticismo respecto a su credibilidad como candidato.

El SPD ha formado parte de cuatro de los cinco últimos gobiernos federales -los dos que lideró Schröder (1998-2005), más los dos mandatos en gran coalición de Merkel (2005-2009 y 2013 hasta el final de la presente legislatura).