La tensión sigue presidiendo las relaciones entre Alemania y Turquía tras las reunión mantenida en Berlín por sus ministros de Exteriores, una entrevista "dura" en el que ambas partes pidieron respeto mutuo, a pesar de las claras discrepancias.

Fue un encuentro "bueno, sincero, amistoso en el trato y abierto, al tiempo que duro y controvertido", reconoció el jefe de la diplomacia alemana, Sigmar Gabriel, en una comparecencia en solitario ante la prensa tras la reunión.

Fue el primer intento directo de solventar la crisis bilateral tras la detención en Estambul de un periodista germano-turco, acusado de propaganda terrorista, y después de que se prohibieran en Alemania varios mítines de ministros turcos por motivos formales.

El titular turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, protagonizó ayer un mitin desde el balcón de la residencia de su cónsul en Hamburgo, donde pidió a sus compatriotas que apoyen la reforma constitucional diseñada para avanzar hacia un sistema presidencialista y atacó con dureza a Alemania.

Tras su reunión hoy con Gabriel, denunció la "sistemática campaña" contra su país y advirtió de que esas "tendencias islamófobas" alimentan la hostilidad.

Çavusoglu preguntó a Berlín si ve a Turquía "como un amigo o como un enemigo" y reprochó que cada día políticos, prensa y distintas autoridades hagan "declaraciones muy duras y negativas" sobre su país, algo que, dijo, "no es aceptable".

En Alemania viven más de tres millones de ciudadanos de origen turco y, según sus palabras, sufren una "sistemática opresión".

Tras asegurar que en Alemania se mueven en la libertad organizaciones terroristas como la guerrilla del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), acusó a Berlín de favorecer el "no" en el referéndum sobre la consulta, que se celebrará en abril.

"Está claro que quien quiera hablar aquí siempre se encontrará con un país que defiende la libertad de opinión, pero hay que atenerse a las reglas del juego, al principio del derecho y la decencia, también en campaña electoral", manifestó Gabriel.

El ministro quiso dejar claro que "hay fronteras que no se deben sobrepasar" y una de ellas es acusar a Alemania de utilizar "prácticas nazis", como ha hecho Ankara.

Toda comparación con el nazismo está fuera de lugar y acusaciones "como las de los últimos días no se deben repetir", agregó Gabriel

En su reunión, el ministro reiteró la posición del Gobierno de Angela Merkel ante el encarcelamiento del corresponsal del diario alemán "Die Welt", Deniz Yücel, que calificó de "desproporcionado".

En este contexto instó a la Justicia turca a respetar los principios de un proceso justo, acordes a un Estado de derecho, y llamó a la puesta en libertad tanto de Yücel como de los otros periodistas encarcelados en Turquía.

Çavusoglu, sin embargo, insistió en que Yücel está en manos de la justicia, que su situación no tiene nada que ver con la política y que su liberación depende de la ley turca.

Entre críticas y acusaciones, agradeció el encuentro y la buena voluntad expresada por Gabriel, al que invitó a visitar Turquía.

"No importan cuán grandes sean las diferencias y los conflictos, no hay alternativa al diálogo, porque nos da la posibilidad, paso a paso, de regresar a una relación normalizada", coincidió Gabriel.

La prueba de fuego será el mitin que se propone hacer el presidente Recep Tayyip Erdogan en Alemania, tema que, según Çavasoglu, se abordó hoy en el entrevista.

Çavusoglu compareció ante los medios en la ITB, la mayor feria turística del mundo, donde alternó las duras palabras hacia Alemania con mensajes de confianza a un sector de mucho peso para la economía turca, ahora lastrado por la inestabilidad política del país.

"Turquía es tan segura como Alemania", aseguró Cavusoglu, pese a los atentados terroristas sufridos por su país, la intentona golpista del pasado julio o las purgas políticas que le siguieron.

"Si Egipto está recuperado turismo, pese al terrorismo y la inestabilidad, por qué no va a recuperarlo Turquía", comentó Tevfik Bagci, del tour operator Penninsula-Tours, quien abogó por poner fin a los disensos entre Berlín y Ankara.

Los ingresos generados por el turismo en Turquía cayeron un 30 % y las estancias turísticas de los alemanes en ese país bajaron el año pasado un 23 % respecto a 2015.

El sector ansía superar disensos, pero entre degustaciones de dulces de Anatolia y té al visitante, en uno de sus estands saltaba a la vista un montón de periódicos turcos, con el titular "Almanya Hitler Yillarina Döndü" -"Volvió la Alemania de Hitler"-.