La Casa Blanca confirmó hoy que ha dado explicaciones al Gobierno del Reino Unido por sugerir que el centro de comunicaciones GCHQ, parte de los servicios secretos británicos, ayudaron al anterior presidente de EEUU, Barack Obama, a espiar a Donald Trump durante la campaña electoral de 2016.

Después de que varios medios informaran de que Washington se había disculpado con Londres por lo sucedido, la Casa Blanca subrayó hoy que lo que hizo fue explicar al Gobierno británico que no le había acusado de espionaje.

La tensión al respecto se originó este jueves, cuando el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, citó durante su conferencia de prensa una afirmación que había hecho un comentarista de la cadena conservadora Fox, Andrew Napolitano, sobre las acusaciones de Trump de que Obama pinchó su teléfono en su torre de Nueva York en 2016.

"Tres fuentes de inteligencia han informado a Fox News de que el presidente Obama se saltó la cadena de mando (para espiar a Trump). No usó la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EEUU), no usó la CIA... Usó el GCHQ", dijo Spicer al citar el artículo de Napolitano.

La Casa Blanca confirmó hoy que el embajador de Reino Unido en Estados Unidos, Kim Darroch, y el asesor de seguridad nacional del Gobierno británico, Mark Lyall, "expresaron su preocupación" por ello en sendas llamadas telefónicas a Spicer y al asesor de seguridad nacional de Trump, el general H. R. McMaster.

"El señor Spicer y el general McMaster les explicaron que el señor Spicer simplemente estaba citando una información pública, no respaldando ninguna información en particular", indicó la Casa Blanca en una breve nota distribuida a la prensa.

En un comunicado, algo poco habitual en el GCHQ, este centro calificó hoy de "absoluto disparate" y de "ridículas" las acusaciones del canal de noticias Fox citadas por el portavoz de la Casa Blanca.

"Las recientes afirmaciones hechas por el juez y comentarista Andrew Napolitano de que se había pedido al GCHQ que llevara a cabo escuchas contra el entonces presidente electo (Trump) son ridículas y un absoluto disparate y deberían ser ignoradas", señaló el GCHQ.

El GCHQ, un gran complejo de comunicaciones del Gobierno ubicado en la ciudad de Cheltenham (en el oeste de Inglaterra), trabaja en estrecho contacto con los servicios secretos británicos MI5 (interior) y MI6 (externo) y una de sus labores más importantes es la de defender al Reino Unido de amenazas cibernéticas.

La Casa Blanca mantiene sus acusaciones, sin pruebas, de que Obama ordenó espiar a Trump, a pesar de que los líderes del Congreso encargados de investigar el caso han negado tener evidencias de esa acusación.