Cinco miembros del grupo yihadista Abu Sayyaf, tres soldados y un policía filipinos murieron hoy en un enfrentamiento en la turística isla de Bohol, en la zona central del país asiático.

Las muertes de tres soldados y un policía han sido confirmadas y se han encontrado otros cinco cadáveres de presuntos terroristas de Abu Sayyaf, declaró el portavoz de las Fuerzas Armadas, Restituto Padilla, a la televisión local ABS-CBN.

Padilla aseguró que los rebeldes que quedan poseen "armas de gran calibre" aunque se encuentran "acorralados en una zona aislada" de Bohol, por lo que confió en culminar la operación con éxito al final del día de hoy.

El Ejército lanzó la operación después de que los testigos denunciaran la presencia de una decena de hombres armados a bordo de tres lanchas en un río cercano a Inanbanga, localidad situada en el norte de Bohol.

Las autoridades filipinas recibieron los pasados días informes de inteligencia que apuntaban a la presencia de miembros de Abu Sayyaf en Bohol, una isla que se encuentra a más de un centenar de kilómetros de la zona donde esta guerrilla islamista tiene su bastión.

Los yihadistas habrían viajado a Bohol comandados por Abu Rami, un líder de segundo rango de Abu Sayyaf, para realizar un secuestro, según la Policía Nacional.

La Embajada de Estados Unidos en Manila recomendó esta semana a sus ciudadanos residentes en Filipinas que se abstengan de viajar a Bohol, una isla conocida por sus atractivos turísticos y donde hasta ahora no se había detectado la presencia de organizaciones terroristas.

Abu Sayyaf, fundado en 1991 en la isla de Basilan (sur), ha secuestrado en los últimos años a decenas de personas en aguas del suroeste de Filipinas y el noreste de Malasia para exigir rescates con los que se financia.

El grupo decapitó en febrero a un rehén alemán tras no recibir la extorsión monetaria que reclamaba y mantiene en su poder una treintena más de rehenes, entre ellos unos veinte extranjeros de varias nacionalidades.