El candidato conservador a la Presidencia francesa, François Fillon, se negó hoy a responder sobre las nuevas revelaciones de los empleos supuestamente ficticios que atribuyó a su mujer, que, según su versión, son filtradas "por los servicios del Estado" para perjudicarle.

"No diré una palabra más sobre esas cuestiones", contestó en el canal público de televisión "France 2" al ser interrogado sobre las informaciones publicadas ayer por la web "Médiapart", según las cuales su esposa fue remunerada como su asistente desde 1982, cuatro años antes de lo que él había reconocido.

"No alimentaré el culebrón de la calumnia con esas revelaciones sucesivas cuidadosamente filtradas por los servicios del Estado", dijo para justificar su silencio.

Tanto François Fillon como su mujer, Penelope, están imputados por esos hechos, que desde que se hicieron públicos a finales de enero provocaron un bajón en su intención de voto.

Desde hace más de dos meses, ninguna encuesta anticipa que Fillon pueda calificarse en la primera vuelta del 23 de abril y disputar la presidencia en la segunda el 7 de mayo.

El líder conservador, que centra sus ataques en el favorito de los sondeos, el socioliberal Emmanuel Macron, al que denomina de forma irónica Emmanuel Hollande en alusión al impopular presidente, el socialista François Hollande, se quejó hoy de la réplica que ha recibido de su rival.

Macron la semana pasada bautizó a Fillon como François Balkany, con el apellido de un barón conservador que ha sido condenado por corrupción y tiene todavía varias instrucciones abiertas. Fillon dijo que eso le parecía "un insulto".

Por otro lado, el candidato de la derecha reaccionó también a la destrucción la pasada noche del campamento de inmigrantes de Grande Synthe, cerca de la frontera belga, por una serie de incendios voluntarios en el marco de una pelea entre grupos de personas que vivían allí.

Estimó que el desmantelamiento por las fuerzas del orden en noviembre pasado de otro campamento que se había creado de forma espontánea en Calais, a unos kilómetros de allí, "no era suficiente" y que la creación de otros "no es la solución. La solución es el control de las fronteras".