Al menos tres cascos azules murieron en un ataque con cohetes contra un campo de la misión de la ONU en Mali, MINUSMA, en la región de Kidal, en el norte del país, según informó la misión en un comunicado.

Este ataque se produjo este jueves y causó además ocho heridos, entre soldados y personal civil de la MINUSMA.

La misión condenó "en los términos más vigorosos" este ataque y exhortó a todas las partes presentes en la región a participar en la identificación de los responsables.

También subrayó que los ataques dirigidos contra su personal no afectarán su "determinación a seguir apoyando el proceso de paz en curso y la protección de la población" en el país.

La situación en Mali es inestable desde el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.

Los yihadistas fueron teóricamente expulsados gracias a una intervención internacional encabezada por Francia en enero de 2013, pero extensas zonas del país siguen escapando al control del Estado, de lo que se aprovechan grupos yihadistas que perpetran ataques contra las fuerzas malienses y efectivos de la MINUSMA.