El Partido Socialdemócrata (PSD), que lidera el Gobierno de coalición de centroizquierda en Rumanía, presentará una moción de censura contra su propio primer ministro, Sorin Grindeanu, quien rechazó ayer dimitir después de perder la confianza de su formación.

"El PSD ha tomado la decisión de que se presentará el lunes la moción de censura contra el Gobierno y el miércoles se debatirá y se votará", señaló hoy el líder socialdemócrata, Liviu Dragnea.

La dirección de esta formación decidió tras una reunión presentar la moción y expulsar del PSD al primer ministro rebelde.

"No deseábamos esta situación y esperábamos que (Grindeanu) entendiera las reglas democráticas", agregó el jefe de los socialdemócratas.

El PSD retiró ayer su apoyo al primer ministro investido en enero, acusándolo de "retrasos" en la aplicación del programa de Gobierno.

Algunos analistas rumanos indican que el verdadero motivo es que Grindeanu no ha querido aplicar medidas para indultar o frenar procesos judiciales que afectan a miembros de la formación.

El grupo de la Alianza de los Liberales y Demócratas por Europa (ALDE), en coalición con el PSD, también decidió retirar el apoyo político al primer ministro y le acusó de defender sus propios intereses.

Para que salga adelante la moción se necesitan 233 votos en el Parlamento, un numero al alcance de PSD y ALDE ya que cuentan con 247 escaños.

El presidente rumano, Klaus Iohannnis, pidió hoy que los partidos solucionasen sus problemas interno y sólo designaría un nuevo primer ministro en caso de que dimitiera Grindeanu o cayera en una moción de censura.

"La solución de la crisis interna de la coalición es estrictamente responsabilidad de los partidos", declaró en rueda de prensa Madalina Dobrovolschi, portavoz de la Presidencia.

El líder del PSD ofreció ayer a Grindeaunu varios cargos importantes para que dejara voluntariamente su puesto, pero su rechazo ha provocado una crisis que ha desembocado en la moción de censura.

El jefe del Ejecutivo arremetió ayer duramente contra Dragnea, al que acusó de actuar sólo por ansia de poder.

"¿Por qué presionas a tus propios ministros, puestos por ti? Sólo he encontrado una razón: el deseo de una sola persona de tener todo el poder", acusó.

Varios analistas explican que la rebelión de la cúpula socialdemócrata se debe a la inacción del primer ministro para frenar los procesos judiciales contra correligionarios acusados o condenados por prácticas ilegales.

Según esta versión, Grindeanu se habría alejado de las demandas de la formación después de que un polémico decreto que indultaba delitos de corrupción desatara en febrero las mayores protestas en Rumanía desde la caída del comunismo en 1989.

Las masivas protestas forzaron al Ejecutivo a anular ese decreto.

Dragnea, que no pudo postularse al cargo del primer ministro por una condena por fraude electoral que le inhabilita para el cargo, habría sido uno de los políticos en beneficiarse de la medida.

En los últimos años, unos 3.000 políticos rumanos han acabado en prisión por delitos de corrupción, entre ellos el ex primer ministro socialdemócrata Adrián Nastase.