La policía del estado de Turingia (este de Alemania) ha abierto una investigación en torno al concierto neonazi celebrado el fin de semana en el pueblo de Themar, uno de los mayores de los últimos años en el país, tras aparecer un vídeo en el que un amplio grupo de asistentes realiza el saludo nazi.

La polémica rodea el concierto, que reunió en una pequeña localidad de apenas 3.000 habitantes a 6.000 ultraderechistas bajo el lema "Rock contra la extranjerización", y la actuación de las autoridades, que hicieron un satisfactorio primer balance del fin de semana al no haberse registrado incidentes reseñables.

Hoy, tras aparecer un vídeo en las redes sociales en el que numerosos asistentes al evento levantan el brazo derecho al grito de "heil Hitler", la policía informó de que perseguirá de "forma decidida" esa conducta delictiva y pidió la colaboración ciudadana para identificar a los ultras con más imágenes, ya que el grabación que circula en internet no tiene suficiente calidad.

El primer balance del evento, rodeado de un amplio dispositivo policial, se centró en la ausencia de enfrentamientos entre los participantes en el concierto y las 500 personas que asistieron a las contramanifestaciones convocadas.

En responsable regional de Interior, Holger Poppenhäger, destacó en la página de Facebook de su departamento que la situación estuvo "en todo momento bajo control" y agradeció la labor de la policía de su estado y de otros "Länder" que la apoyaron, recordando la carga de trabajo que soportan desde la cumbre del G20 en Hamburgo.

El debate se encendió pronto en la cuenta de Facebook del ministro y de la policía, donde se recibió con incredulidad la afirmación de que la fuerzas de seguridad no habían tenido constancia de los "acontecimientos" registrados en el vídeo hasta que no vieron las imágenes en internet.

El primer ministro de Turingia, Bodo Ramelow, de La Izquierda, planteó a la cadena regional MDR la necesidad de reformar la legislación que regula el derecho de reunión para poder prohibir este tipo de actos y evitar que sean autorizados en aplicación de la libertad de expresión.

Según las cifras difundidas por la prensa local citando al departamento de Interior de Turingia, durante el fin de semana se presentaron 46 denuncias por uso de símbolos inconstitucionales, amenazas, lesiones y violación de la ley de armas, seis personas fueron temporalmente arrestadas y se identificó a 440 participantes en el evento.

El informe anual de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, los servicios secretos de Interior, muestra que los conciertos y los festivales de música son utilizados cada vez con mayor frecuencia por los círculos ultraderechistas para afianzar lazos identitarios y crear redes.

Desde 2014 se ha constatado un aumento de este tipo de eventos ultraderechistas y en 2016 se registraron 223 conciertos, frente a los 199 de 2015, principalmente en estados federados situados en el este del país, como Turingia, Sajonia y Sajonia-Anhalt, pero también en Renania del Norte-Westfalia y Baden-Württenberg, en el oeste.

En el informe de los servicios secretos de 2016 se recoge un concierto celebrado en mayo de ese año en la localidad de Hildburghausen, que no llega a los 12.000 habitantes y que se encuentra también en Turingia, como uno de los principales eventos de música de la ultraderecha alemana de los últimos tiempos.

El concierto, bajo el lema "Rock por la identidad" y enmarcado en las acciones de agitación contra los refugiados, según ese informe, asistieron unas 3.500 personas.

La cifra fue superada en el mes de octubre en un concierto organizado en un pueblo de Suiza al que acudieron 5.000 ultraderechistas de diversos países europeos, la mayoría alemanes, según los servicios secretos.