México registró un récord histórico de asesinatos durante el primer semestre de 2017 con 12.155 crímenes, una cifra que muestra el fracaso del plan de seguridad implementado en el país, según denunció hoy la ONG Semáforo Delictivo.

"Debería quedarnos muy claro el gran fracaso de la estrategia de seguridad", dijo a Efe Santiago Roel, director de Semáforo Delictivo, que elabora el reporte con cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad.

En el primer semestre se registraron 12.155 homicidios dolosos, lo que representa un incremento del 31 % respecto al mismo semestre del año anterior y un 16 % más que en el primer semestre de 2011, el peor año de la administración del expresidente Felipe Calderón.

Treinta estados reportan incrementos en este delito, la mitad de ellos, con aumentos superiores al 30 %.

Los estados de Colima (oeste), Guerrero (sur), Chihuahua (norte), Sinaloa (oeste) y Baja California y Baja California Sur, en el noroeste, son las regiones donde más han aumentado este tipo de delitos.

A nivel nacional, el 72 % de estos homicidios son ejecuciones de crimen organizado, pero hay estados en donde se rebasa el 80 % como Guanajuato, Nayarit, Veracruz, Baja California Sur, Colima y Michoacán.

"Es un indicador muy preciso de que la violencia de alto impacto se ha incrementado radicalmente, se ha extendido a todo el país y la autoridad ha sido totalmente rebasada", indicó Roel.

Según el experto, hasta el 80 % de esta violencia y corrupción es atribuible a la Iniciativa Mérida, aprobada en 2008 por el Congreso de Estados Unidos, quien destinó 2.300 millones de dólares a apoyar con ayuda financiera a las fuerzas de seguridad mexicanas en la lucha contra el narcotráfico, según cifras de 2015.

Según su pronóstico, este año será peor que 2011, "un año de quiebre de la administración de Calderón, pero este año vamos a superar" las cifras.

Otros delitos de alto impacto también muestran un comportamiento semestral al alza, reveló el estudio, como la extorsión, el secuestro o el robo de vehículos.

Tamaulipas, donde desapareció la española Pilar Garrido el pasado 2 de julio, es uno de los estados con las tasas más altas en secuestros.

Otros estados con altas tasas son Zacatecas (norte), Tabasco (sureste), Veracruz (este), Morelos (centro) y Guerrero (sur).

Según la encuesta en línea del Semáforo Delictivo, el 81 % de los mexicanos opina que la seguridad ha empeorado en el último año y un 88 % considera que el presidente, Enrique Peña Nieto, no está comprometido con la seguridad de México.