El primer ministro nipón Shinzo Abe y el presidente estadounidense Donald Trump se mostraron hoy de acuerdo en la importancia de colaborar con la comunidad internacional para evitar que Corea del Norte bombardee con misiles las cercanías de la isla de Guam.

Ambos líderes mantuvieron una conversación telefónica en la que coincidieron en que "lo más importante es evitar que Corea del Norte siga adelante con el lanzamiento", según declaraciones de Abe hechas a los medios japoneses.

No obstante, los medios norcoreanos señalaron hoy que líder Kim Jong-un ha decidido "observar un poco más" la conducta de Estados Unidos antes de emprender la ofensiva contra Guam, lo que supone una rebaja del tono de las amenazas.

Tras la conversación entre Abe y Trump, el mandatario japonés afirmó que tanto él como su homologo estadounidense se mostraron de acuerdo en que la coordinación entre Washington, Tokio y Seúl es esencial, y que en la ecuación deberían incluirse también Pekín, Moscú y el resto de la comunidad internacional.

La amenaza sobre Guam "ha elevado las tensiones regionales como nunca antes", dijo Abe en declaraciones recogidas por la agencia local de noticias Kyodo.

La conversación entre ambos líderes se produjo tras un episodio de alta tensión entre EEUU y Corea del Norte, que la semana pasada amenazó con disparar cuatro misiles en las cercanías de Guam, un enclave de importantes bases militares estadounidenses y destino de unos 7.000 soldados de ese país.

La ruta de vuelo hasta la isla del oeste del Pacífico indicaba que los proyectiles norcoreanos tendrían que sobrevolar varias prefecturas niponas, lo que hizo a Tokio subir la alerta y desplegar sus dispositivos antimisiles en esas zonas.

La amenaza de bombardear Guam se produjo después de que Trump prometiera azotar con "fuego y furia" a Corea del Norte si este país asiático no rebajaba el tono en la península coreana.

Los continuos ensayos de misiles del régimen de Kim Jong-un este año -incluidos los test de dos misiles intercontinentales en julio- han incrementado la tensión y endurecido la retórica de Washington, donde la Administración Trump ha insinuado la posibilidad de realizar ataques preventivos contra Pyongyang.