Los equipos de emergencia continúan hoy trabajando para rescatar a miles de personas atrapadas en varios puntos de Sierra Leona, donde las fuertes lluvias han dejado hasta el momento más de 300 muertos.

La Cruz Roja, que trabaja en el terreno, señaló que hasta 3.000 personas se han quedado sin hogar, aunque se espera que esta cifra aumente, ya que de momento siguen buscando supervivientes.

Además otras 600 personas resultaron heridas ayer tras fuertes inundaciones y corrimientos de tierra provocados por las fuertes lluvias en diferentes puntos de Sierra Leona, informó la Cruz Roja local.

Entre las víctimas mortales hay decenas de niños, según medios locales, y la Cruz Roja considera que la situación es "muy preocupante" y teme que la cifra de fallecidos crezca en las próximas horas a medida que avancen los trabajos de búsqueda y rescate en las zonas afectadas.

"En algunos lugares, comunidades enteras parecen haber sido arrastradas y todo lo que queda está cubierto de barro", dijo el coordinador del Programa de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), Abdul Nasir, que trabaja en la zona.

"Los voluntarios de la Cruz Roja están cavando con sus propias manos y con las herramientas disponibles para encontrar supervivientes. También están cuidando y ayudando a los miembros de las familias que esperan desesperadamente noticias de sus seres queridos", añadió.

ñLos deslizamientos de tierra se han producido después de tres días de lluvias torrenciales. Las líneas de comunicación y la electricidad se han interrumpido y la extensión total y el daño de los derrumbes todavía no se han determinado.

Medios locales han publicado que los servicios de emergencia a duras penas consiguen gestionar la recogida de cadáveres de las víctimas, que en su mayoría son trasladados a la morgue del Hospital de Connaught.

En Sierra Leona, con más de 7 millones de habitantes, son frecuentes en esta época del año las fuertes lluvias, como las de hace dos años cuando causaron en Freetown una decena de muertos y dejaron a varios miles de personas sin techo debido a que las aguas inundaron sus chabolas.