Paul Manafort, exjefe de la campaña a la Casa Blanca de Donald Trump, instó hoy al Departamento de Justicia de Estados Unidos a que divulgue las escuchas telefónicas que un tribunal secreto autorizó grabarle.

La CNN informó este lunes, citando a tres fuentes bajo condición de anonimato, que un tribunal secreto autorizó las escuchas bajo la Ley de Vigilancia de Inteligencia Extranjera (FISA) en 2016, aunque luego suspendió la orden por falta de pruebas.

Sin embargo, el FBI logró una nueva orden bajo la FISA y espió a Manafort hasta entrado 2017, un periodo en el que Trump ya era presidente y ambos se comunicaban, según las fuentes de la CNN.

El interés del FBI en Manafort residía en sus contactos con funcionarios rusos.

"De ser verdad, es un delito revelar la existencia de una orden FISA, más allá del hecho de que no se han presentado cargos", dijo en un comunicado Jason Maloni, portavoz de Manafort.

Maloni instó al Departamento de Justicia a investigar las filtraciones a la CNN y a "examinar las motivaciones del Gobierno anterior de vigilar a un adversario político".

"Manafort insta al Departamento de Justicia a divulgar cualquier escucha que le involucre a él y a cualquier extranjero para que las partes interesadas puedan llegar a la misma conclusión que el Departamento de Justicia: Ahí no hay nada", añadió.

Manafort está en el centro de la investigación del FBI y el Departamento de Justicia sobre la presunta injerencia del Kremlin en la campaña presidencial estadounidense, así como los posibles nexos de la campaña de Trump con funcionarios rusos.

En julio, agentes federales registraron su domicilio de las afueras de Washington, ya en el estado de Virginia.

La investigación contra Manafort se remonta a hace más de un año, por su aparición en una lista de pagos en sobres mantenida por el partido del depuesto presidente ucraniano Víktor Yanukóvich (Partido de las Regiones), aliado de Moscú.

Su aparición en esa lista fue también el motivo de la dimisión de Manafort como jefe de campaña de Trump en agosto de 2016, tras apenas dos meses en el cargo.

Manafort además acompañó en junio de 2016 a Donald Trump Jr., el hijo mayor de Trump, a una polémica reunión con una abogada rusa de la que esperaban recibir información comprometedora sobre la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.

Hace meses que Manafort colabora tanto con el Departamento de Justicia como con el Congreso en sendas investigaciones sobre los presuntos nexos de la campaña de Trump con el Kremlin.