Las autoridades lusas dieron hoy por controlado el gran incendio que afectaba desde el pasado viernes el término municipal de Pampilhosa da Serra, en el centro de Portugal, donde permanecen casi 600 bomberos para extinguir las llamas que aún continúan activas.

En el lugar se encuentran, además, 176 vehículos de extinción terrestre y dos aéreos, según datos de la Protección Civil lusa.

Tras dar por controlado este fuego, permanecen activos seis incendios de pequeñas dimensiones en el centro y norte del país que combaten un total de 124 bomberos, asistidos por 25 vehículos terrestres y cuatro medios aéreos.

En Portugal, un país especialmente afectado por los incendios cada verano, el fuego calcinó entre enero y septiembre de este año un total de 215.988 hectáreas forestales, lo que supone un 174 % más que la media de los últimos diez años, según datos del Instituto de Conservación de la Naturaleza y la Floresta luso.

El fuego más grave de este año fue el desatado el pasado junio en el término municipal de Pedrógão Grande (en el centro del país), que dejó 64 muertos y más de 250 heridos.

El periodo crítico de incendios forestales, que normalmente concluye el 30 de septiembre, ha sido extendido este año por el Gobierno luso hasta el 15 de octubre ante la falta de precipitaciones y la consecuente sequía.