La canciller alemana, Angela Merkel, confió en poder alcanzar hoy un acuerdo preliminar entre su bloque conservador, los verdes y los liberales para la formación de una coalición de gobierno, aunque admitió que es "tarea difícil" teniendo en cuenta las "serias diferencias" existentes.

"Hoy es el día en el que tenemos que ponernos en el lugar del otro y preguntarnos qué es importante para el otro. Si logramos eso, y creo que es posible, entonces podemos tener un resultado positivo al final de las negociaciones de hoy", afirmó Merkel antes de entrar en las dependencias del Parlamento en las que se celebran las conversaciones.

Tras las elecciones de finales de septiembre, los tres bloques comenzaron a hablar de una posible coalición a mediados de octubre y acordaron consensuar para este viernes un acuerdo de mínimos, que deberá ser ratificado por la dirección de los respectivos partidos antes de comenzar las negociaciones formales.

Según la canciller, en Alemania se oye frecuentemente que los partidos ya no se diferencian para nada los unos de los otros.

No obstante, aseguró que quien ha participado en las conversaciones hasta ahora "sabe bien que existen diferencias, serias diferencias" y también que todos luchan por que en un futuro programa de gobierno figuren cuantos más elementos de "aquello que representa la identidad de un partido".

Merkel auguró que las negociaciones de hoy se prolongarán durante horas y no quiso aventurarse a pronosticar cuándo finalizarán, al tiempo que expresó su esperanza de que "exista la voluntad" de alcanzar un resultado que abra el camino a las conversaciones formales para constituir la llamada coalición "Jamaica", por coincidir los colores de los partidos con la bandera de ese país.

"Si se logra, el resultado puede ser algo muy importante para nuestro país en tiempos de una gran polarización: que posturas muy, muy diferentes sean capaces, a pesar de ello, de trabajar conjuntamente por las personas en este país", afirmó tras insistir en que se trata de "una tarea muy difícil".

Tras cuatro semanas de conversaciones, las diferencias entre el bloque conservador de Merkel -formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su ala bávara, la Unión Socialcristiana (CSU)-, los verdes y el Partido Liberal (FDP), siguen siendo importantes.

Los disensos son notables en materias que van de la acogida de refugiados y el derecho a la reagrupación familiar, al medioambiente -ámbito clásico de los Verdes-, el transporte -donde la CSU quiere imprimir su sello- o política fiscal -con los liberales aspirando a ocupar el Ministerio de Finanzas-.

Mientras la formación de gobierno en Alemania tras las elecciones del pasado 24 de septiembre sigue en el aire, el jefe del ejecutivo de Baja Sajonia, el socialdemócrata Stephan Weil, anunció hoy el acuerdo con los conservadores para una gran coalición en ese estado federado.

"Hemos concluido, ahora nos falta llevar a cabo sólo las correcciones finales", declaró el líder socialdemócrata regional en Hannover, tras informar de la finalización con éxito de las negociaciones iniciadas a principios de la semana pasada.

El líder socialdemócrata a nivel nacional, Martin Schulz, ha rechazado reeditar una nueva gran coalición con Merkel en Berlín, por lo que, si fracasan las negociaciones del tripartito, el país podría verse abocado a unas nuevas elecciones.