El abogado de derechos humanos chino Jiang Tianyong, una de las más prominentes víctimas de la campaña del régimen comunista contra ese colectivo, fue condenado hoy a dos años de prisión por "incitar a la subversión", informó la agencia oficial de noticias Xinhua.

Jiang, de 46 años, también fue sancionado con la privación de derechos políticos durante tres años según la sentencia del Tribunal Popular Intermedio de Changsha (sur de China), donde el juicio comenzó el pasado 22 de agosto.

Según el dictamen judicial, Jiang "atacó o difamó a departamentos del Gobierno chino, órganos judiciales y el sistema legal nacional" a través de muchos de sus escritos.

Actividades del abogado tales como comunicarse con entidades extranjeras, dar entrevistas a medios de otros países o aprender sobre los sistemas constitucionales occidentales fueron también usadas en su contra en el proceso.

El delito de "incitación a la subversión" es frecuentemente usado por la Justicia china contra disidentes políticos y presos de conciencia, y fue por ejemplo el que le costó al escritor Liu Xiaobo, premio Nobel de la Paz en 2010 y fallecido este año, una condena a 11 años de prisión.

Jiang fue acusado de ese delito formalmente en junio, después de estar nueve meses retenido por las autoridades en un lugar secreto, sin acceso a sus abogados o a su familia, una práctica común en el sistema judicial chino.

Además, fue obligado a prescindir de los abogados que había elegido para su defensa en el juicio y ser representado por letrados de oficio, una táctica habitual del régimen chino contra los disidentes.

A lo largo de este año, medios oficiales chinos acusaron a Jiang de inventar las "torturas" que denunció otro letrado detenido, Xie Yang, por lo que activistas de derechos humanos consideran que el trato recibido fue una represalia.

Jiang y Xie forman parte del numeroso grupo de trabajadores de bufetes detenidos desde el verano de 2015 en una campaña del Gobierno del presidente Xi Jinping contra el colectivo, duramente criticada por diversos sectores de la comunidad internacional.

En septiembre, expertos de Naciones Unidas hicieron un llamamiento al Gobierno chino para que liberara "inmediatamente" a Jiang y éste pudiera "seguir llevando a cabo su trabajo como abogado profesional y defensor de derechos humanos".

Los representantes de la ONU se mostraron "profundamente preocupados" porque la confesión utilizada en el juicio, que fue emitida a través de la televisión china (otra práctica habitual), pudiera haber sido extraída bajo tortura, "contraviniendo las normas internacionales de derechos humanos".