El presidente de EE.UU., Donald Trump, redobló hoy sus ataques a su ex estratega jefe Steve Bannon al afirmar que lo han abandonado casi todos "como a un perro" y que, cuando fue despedido, "lloró y suplicó por su puesto".

"Michael Wolff (el autor de un incendiario libro sobre la Casa Blanca) es un perdedor completo que se inventó historias para vender su realmente aburrido y falso libro. Usó al chapucero Steve Bannon, que lloró cuando fue despedido y suplicó por su trabajo", escribió hoy Trump en un mensaje nocturno de Twitter.

"Ahora el chapucero Steve ha sido abandonado como un perro por casi todos. ÑUna lástima!", agregó.

El presidente se refería así una vez más al comunicado de Rebekah Mercer, una multimillonaria donante republicana y accionista de la publicación ultraconservadora Breitbart News, de la que Bannon es presidente, en el que aseguraba esta semana que ya no le estaba financiando y no apoyaba "sus acciones y declaraciones recientes".

Con su mensaje, Trump comentaba un tuit del Partido Republicano que recogía críticas negativas de la prensa al libro "Fire and Fury" ("Fuego y Furia"), de Wolff, que desató esta semana una dura disputa entre el presidente y Bannon.

El polémico libro sobre la campaña electoral y la Presidencia de Trump salió hoy a la venta pese a la presión de la Casa Blanca, mientras el mandatario continuaba con sus furiosos ataques contra el autor de la obra, los medios de comunicación y Bannon.

La editorial, Henry Holt & Company, desafió así la amenaza del equipo legal de Trump, que había pedido detener la publicación del libro por considerar que contenía múltiples declaraciones difamatorias sobre el presidente y su familia.

Esta semana, el presidente ha vertido numerosos ataques contra Wolff y contra Bannon, de quien dijo que había "perdido la cabeza", pero hoy decidió recurrir a llamarle "chapucero" y dejar claro que fue despedido de la Casa Blanca y no que pidió salir, como aseguró entonces el equipo del estratega jefe.

Después de días de rumores sobre su posible partida, el 18 de agosto pasado la Casa Blanca anunció la marcha de Bannon como una decisión acordada entre Trump y el asesor, pero la versión que trasladaron los principales medios en base a fuentes gubernamentales era que se trataba de un despido.

El entorno de Bannon defendió, sin embargo, que la decisión de marcharse fue suya, y una fuente de su círculo dijo al New York Times que el asesor ya presentó su dimisión al mandatario el pasado 7 de agosto.

Bannon estaba en guerra abierta desde hacía meses con Jared Kushner, yerno y asesor del presidente; con el principal asesor económico, Gary Cohn, y con otras voces consideradas "moderadas" que él desdeñaba con la etiqueta de "los globalistas".

Tras su despido, Bannon había prosperado hasta ahora como defensor de la agenda populista de Trump desde fuera de la Casa Blanca y ha tratado de contener la ira del mandatario en esta semana al asegurar que le considera "un gran hombre" y que "nunca nada se interpondrá" entre ambos.