La irlandesa Mary Lou McDonald toma las riendas del partido Sinn Féin para renovar la imagen del antiguo brazo político del IRA, dirigido durante los últimos 34 años por Gerry Adams, que cede el testigo a una generación sin vínculos con el pasado conflicto en la isla.

McDonald, de 48 años, se pone al frente del partido, después de que ningún otro correligionario presentase su candidatura, lo que confirma su popularidad en la agrupación nacionalista, que por primera vez en su historia tiene a una mujer como presidenta.

Nacida en el sur de Dublín en el seno de una familia acomodada, McDonald guiará el proceso de cambio en un partido dominado durante décadas por "hombres duros", curtidos en el activismo político y armado y procedentes, en su mayoría, de la provincia británica de Irlanda del Norte.

La nueva líder es la cara amable del movimiento republicano, cuyo pasado violento aún le resta votos en las urnas al Sinn Féin, sobre todo en la República de Irlanda, donde es la tercera fuerza en el Parlamento de Dublín.

A diferencia de históricos como Martin McGuinnes, fallecido el pasado marzo, o Adams, McDonald no se educó en la "escuela de la calle", sino en la prestigiosa universidad Trinity College de Dublín, mayoritariamente protestante hasta que la Iglesia católica irlandesa eliminó en 1970 una norma con la que prohibía a sus feligreses enrolarse sin permiso.

También cursó estudios en la Universidad de Limerick (suroeste) y en la Universidad de la Ciudad de Dublín (DCU), donde completó su formación en Literatura Inglesa, en Estudios de Integración Europea y en Gestión de Recursos Humanos, según refleja su perfil en la web del Sinn Féin.

Entre 2004 y 2009 fue diputada en el Parlamento Europeo por la circunscripción de Dublín, escaño que dejó dos años después para ocupar un asiento en el Dáil (Cámara Baja irlandesa), donde se ha labrado una reputación como competente oradora.

Desde 2009 ha sido la vicepresidenta del Sinn Féin y "número dos" de Adams en el sur de la isla, un tándem que le ha allanado el camino para acceder al poder sin oposición.

Aunque no proviene de una familia ligada al partido, como muchos de sus compañeros, militó hasta 1998 en el centrista y republicano moderado Fianna Fáil, el partido que más veces ha gobernado la República de Irlanda desde que se escindió del Sinn Féin en 1926.

En este sentido, es vista como la pieza que le faltaba al antiguo brazo político del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) para acabar con la hegemonía del Fianna Fáil y ampliar en las urnas su base electoral, que en el sur se nutre principalmente de los votos de la clase trabajadora.

Casada y madre de dos hijos, McDonald cuenta con otra mujer como máxima dirigente de la formación en la región británica de Irlanda del Norte. Se trata de Michelle O''Neill, de 40 años, quien asumió en enero de 2017 el liderazgo del partido en sustitución de Martin McGuinness.

Ambas comparten un perfil similar, pues representan a una camada de republicanos que no tienen conexiones con la antigua lucha armada y al tiempo que reiteran su compromiso con la vía democrática y el proceso de paz, también hablan con respeto de los "héroes" y exmiembros del IRA, lo que ha generado polémicas en este país.

McDonald ha comparado el activismo de los voluntarios del IRA que fallecieron en las huelgas de hambre de 1981 con el de los irlandeses que lucharon en la guerra de independencia contra el Reino Unido.

En 2003 también fue criticada por pronunciar un discurso en un acto celebrado para homenajear en Dublín al líder del IRA Seán Russell, conocido por sus vínculos con el nazismo, y en 2009 los medios revelaron que vendía en su oficina electoral de la capital "suovenirs" (recuerdos) de la banda terrorista.