La relatora de la ONU sobre los derechos humanos en Birmania, Yanghee Lee, dijo hoy en Seúl que las matanzas de minorías que está llevando a cabo el Ejército de ese país tienen "el sello distintivo de un genocidio".

"Insisto en lo que ya dije el pasado octubre: todo esto lleva el sello distintivo de un genocidio. Pero un genocidio debe ser demostrado por una corte fiable y eso llevará tiempo", explicó hoy Lee respecto a las matanzas perpetradas en poblados de la etnia rohinyá documentados principalmente en el estado de Rakáin.

La relatora de la ONU ofreció hoy una declaración de fin de misión tras haberse reunido con representantes de grupos de diferentes minorías birmanas exiliados en Tailandia y en los campos de refugiados en Bangladesh.

Más de 700.000 rohinyas han huido desde Birmania a Bangladesh desde agosto pasado por la respuesta del Ejército birmano al ataque armado de un grupo insurgente en lo que la ONU ha calificado de "limpieza étnica de manual".

Lee lamentó la "continua erosión del espacio democrático" en Birmania y que el "el Gobierno de la Liga Nacional por la Democracia esté usando prácticas de la época de la junta (militar)", al tiempo que consideró que la comunidad internacional debe incrementar la presión sobre aquellos cometiendo estas atrocidades".

El asunto "más grave y recurrente" que Lee destacó de su visita a Tailandia y Bangladesh fue el de "los ataques (del Ejército birmano) "contra las minorías".

Lee también subrayó el hecho de que los miembros de estas etnias sean refugiados -pese a que Birmania no los reconozca como tales- que quieren regresar a sus hogares "y que llevan años en campamentos en los que no se les garantice el respeto a sus derechos más básicos".

También destacó la demanda que hacen los representantes de las minorías exiliadas para ser reconocidos como ciudadanos de Birmania.

En ese sentido explicó que estos grupos "no piden benevolencia, sino igualdad" al Gobierno birmano.