El ministro alemán de Exteriores, Sigmar Gabriel, defendió hoy la puesta en marcha de una política exterior común de la UE que defienda los "intereses" comunes, porque necesita "su propia proyección de poder en el mundo".

Gabriel hizo estas declaraciones al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), un foro clave sobre política internacional, en el que desde ayer y hasta el domingo se analizan conflictos como los de Siria, Yemen y Ucrania, así como la crisis nuclear coreana.

"No podemos ser el único vegetariano en un mundo de carnívoros", aseguró el jefe de la diplomática alemana justificándose en el actual contexto geopolítico.

Gabriel aseguró que la UE debe solventar primero los "conflictos internos" de la única década -en referencia a las crisis de la deuda y de los refugiados-, desarrollar una política exterior común y crear los instrumentos necesarios para implementarla, algo que reconoció no será sencillo.

El ministro alemán instó a sus socios comunitarios en este sentido tras observar que en la actualidad se están produciendo "movimientos masivos" en el orden político internacional con "consecuencias impredecibles".

"Debemos conformar el futuro no simplemente tolerarlo", argumentó Gabriel.

La puesta en marcha de esta política exterior común debe llevarse a cabo en cooperación con los socios occidentales, agregó el ministro de Exteriores, que se refirió en varias ocasiones a la necesidad de que Europa y EEUU cooperen.

"El orden liberal seguro que no es perfecto, pero es lo mejor que nos podemos hoy imaginar", afirmó.

Gabriel indicó que hay nuevos actores en el panorama internacional, en especial China y Rusia, que aspiran ha modificar ese sistema internacional creado tras la II Guerra Mundial.

China, indicó, promueve en el mundo un sistema "alternativo" al occidental que no está basado en la libertad, la democracia y los derechos humanos.

El ministro de Exteriores afirmó que Alemania ha sido el país más beneficiado por el sistema de seguridad global puesto en marcha por Washington y se mostró comprensivo con el interés del Gobierno estadounidense de que los europeos compartan más los costes de su defensa y seguridad a través de la OTAN.

No obstante, aireó sus "grandes reservas" ante la conveniencia de que Alemania dedique a gasto militar un 2 % de su producto interior bruto (PIB), unos 70.000 millones de euros al año, como exige Washington, porque eso podría a la larga crear suspicacias entre sus vecinos.

La MSC cuenta hoy entre sus ponentes el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, el canciller austríaco, Sebastian Kurz, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el primer ministro francés, Edouard Philippe, y la primera ministra británica, Theresa May.