Guinea Ecuatorial dijo hoy ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que busca evitar que Francia "confisque" o "se apropie de un bien de la república", en referencia al palacete incautado durante la investigación a su vicepresidente, Teodoro Nguema Obiang Mangue, condenado por blanqueo de dinero en 2017.

El país africano considera que el inmueble no es propiedad de "Teodorín", el hijo del presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, sino de la república.

En tal sentido, el embajador guineano en Holanda, Carmelo Nvono Nca, aseguró hoy que "los supuestos actos correctos o no correctos de individuos en particular están fuera de esta cuestión", y que el proceso ante el alto tribunal de la ONU es un asunto entre Estados.

Francia y Guinea Ecuatorial se han citado hoy en la segunda jornada del juicio para decidir si la CIJ es competente para intervenir en el proceso judicial llevado a cabo en París, actualmente en fase de apelaciones y que condenó a "Teodorín" a tres años de cárcel y 30 millones de euros en multas, ambas penas exentas de cumplimiento.

Guinea Ecuatorial considera que su vicepresidente nunca debió ser investigado porque debería haber disfrutado de inmunidad diplomática, y ha reclamado a los jueces que Francia le devuelva un palacete situado en la Avenida Foch de París, que albergaba 18 vehículos de alta gama.

Nvono Nca dijo que la sentencia contra "Teodorín" del Tribunal Correccional de París es "una violación flagrante del Derecho Internacional" que "ha causado una gran indignación" en Guinea Ecuatorial.

El embajador lamentó que los contactos bilaterales con las autoridades francesas no han resuelto el problema, pero que éstas le han respondido que el Ejecutivo no puede intervenir en su sistema judicial, aunque estén "malinterpretando el Derecho Internacional".