Ivanka Trump, hija y asesora del presidente estadounidense Donald Trump, concluyó hoy su viaje a Corea del Sur en el que finalmente no mantuvo ninguna reunión con la delegación norcoreana con la que coincidió en la clausura de los Juegos Olímpicos de PyeongChang.

Ivanka afirmó que se trató de una "fantástica primera visita" a Corea del Sur y agradeció la "cálida hospitalidad" del país asiático, en unas breves declaraciones a los medios poco antes de tomar un avión rumbo a Washington desde el aeropuerto internacional de Incheon, que da servicio a la capital surcoreana.

Sin embargo, la asesora presidencial estadounidense no respondió al ser preguntada por la aparente voluntad de diálogo con EEUU expresada por la delegación de Corea del Norte este fin de semana.

El viaje de Ivanka a Corea del Sur había despertado expectativas de un posible encuentro entre ella y la representación norcoreana que se encuentra también de visita en Corea del Sur con motivo de la clausura de los Juegos Invierno y que está encabezada por el general Kim Yong-chol.

Washington confirmó a última hora del domingo que Ivanka no mantuvo "interacción alguna con la delegación norcoreana".

La portavoz de Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, aseguró también en un comunicado que espera que la oferta de diálogo que ha mostrado Corea del Norte suponga "los primeros pasos en el camino hacia la desnuclearización" de la península de Corea.

Durante una reunión mantenida el domingo con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, el general norcoreano Kim Yong-chol dijo que su país tiene "suficiente voluntad de dialogar con Estados Unidos", lo que alimenta cierta esperanza de cara a que ambos retornen a la mesa de negociación.

Seúl está convencido de que el "deshielo olímpico" que han propiciado los Juegos de Invierno entre las dos Coreas, que técnicamente sigue en guerra, puede servir para que Pyongyang y Washington se sienten a hablar tras un 2017 marcado por las repetidas pruebas de armas norcoreanas y los cruces de amenazas.