El primer ministro japonés, Shinzo Abe, dio la bienvenida hoy al "cambio" en la postura de Corea del Norte y a su voluntad de dialogar con Estados Unidos y suspender sus programas armamentísticos, algo que atribuyó a las sanciones sobre Pyongyang.

"Valoro el cambio de Corea del Norte a la hora de ofrecer una reunión para hablar sobre la desnuclearización. Esto es resultado de la elevada presión que hemos aplicado Japón, Estados Unidos, Corea del Sur y el resto de la comunidad internacional", dijo Abe en declaraciones a los medios.

Abe se pronunció así tras mantener una conversación telefónica con el presidente estadounidense, Donald Trump, quien le informó sobre la propuesta de Pyongyang de suspender su programa nuclear y de misiles para iniciar una negociación, y de celebrar una cumbre entre el titular del Despacho Oval y el líder norcoreano, Kim Jong-un, en mayo próximo.

El primer ministro japonés también anunció que viajará en abril a Estados Unidos para reunirse con Trump y analizar los potenciales contactos con Pyongyang, y recalcó que coincide "plenamente" con el mandatario republicano a la hora de lidiar con el problema norcoreano.

"Japón y EEUU mantienen la postura firme de aplicar una presión máxima sobre Corea del Norte hasta que emprenda acciones concretas para abandonar de forma irreversible el desarrollo de armas nucleares y de misiles", recalcó el líder conservador nipón.

El Gobierno que lidera Abe había expresado hasta ahora su escepticismo sobre el acercamiento entre las dos Coreas iniciado con motivo de los Juegos Olímpicos de invierno de PyeongChang, e insistió en recordar que anteriores intentos de negociar con Corea del Norte para lograr su desnuclearización acabaron en fracasos.

Trump aceptó hoy la cumbre que le propuso el líder norcoreano y dijo que ese encuentro será en mayo, según informaron en Washington los emisarios surcoreanos que viajaron a comienzos de semana a Pyongyang para reunirse con Kim Jong-un.

Durante ese viaje al país vecino, la comitiva de alto nivel de Seúl también acordó que el líder norcoreano y el presidente del Sur, Moon Jae-in, se reúnan en la frontera entre las dos Coreas en abril, poco antes del encuentro con Trump.