Más de mil personas se congregaron la noche del lunes ante la residencia oficial del primer ministro nipón, Shinzo Abe, para pedir su dimisión y la del titular de Finanzas, Taro Aso, por el supuesto encubrimiento de un escándalo de favores.

Las calles cercanas al denominado Kantei se llenaron de consignas como "No más mentiras" o "Todos los miembros del Gabinete deben dimitir" para pedir la renuncia de los dirigentes después de que Aso admitiera que su ministerio manipuló documentos vinculados a un caso de presunta ayuda financiera y administrativa a una institución privada.

Ante las peticiones de renuncia sucedidas desde la revelación, Aso, quien también ostenta el cargo de viceprimer ministro, reiteró hoy su intención de seguir liderando la investigación y no dimitir, en declaraciones a los medios tras una reunión del Gabinete.

El escándalo está protagonizado por Moritomo Gakuen, una polémica institución educativa que promovía ideas ultranacionalistas, que en 2016 adquirió un terreno de propiedad estatal en Osaka (oeste) por un precio aproximadamente diez veces más barato que su valor de mercado, y que tiene vínculos con Abe y su esposa, Akie.

Según una investigación interna, más de una decena de documentos relacionados con la venta fueron reescritos desde Finanzas tras destaparse el caso en febrero de 2017 y presentados en el Parlamento como prueba para desvincular a la Administración de la trama, una manipulación que ha levantado sospechas de encubrimiento.

"La oficina del primer ministro está culpando al ministerio de Finanzas. Vamos a poner fin a las actos que someten la política a intereses privados", dijo durante la protesta del lunes Mizuho Fukushima, legisladora del opositor Partido Socialdemócrata, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias Kyodo.

Nuevas manifestaciones han sido convocadas para hoy y al menos hasta el viernes para pedir la dimisión del jefe de Gobierno nipón.

El caso hundió la popularidad de Abe el verano pasado y había permanecido en un segundo plano hasta el hallazgo este mes de los documentos falsificados.

Entre los datos que se eliminaron constaban el nombre de Akie Abe y su apoyo al proyecto, así como referencias a Abe y Aso y al respaldo de ambos a una organización ultraconservadora en la que también ocupaba un alto cargo el responsable de la institución.