La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy una ley presupuestaria de 1,3 billones de dólares, que incluye más fondos para el Pentágono y una partida para el muro de 1.600 millones de dólares, una cantidad menor a la que había pedido el presidente del país, Donald Trump.

La ley consiguió ser aprobada en la Cámara de Representantes con 256 votos a favor y 167 en contra.

De esa forma, la legislación logró superar el rechazo del ala más dura de los republicanos, que habían amenazado con bloquear la propuesta, hecha pública este miércoles, porque aseguraban que no habían tenido suficiente tiempo para revisarla con detalle debido a su longitud de 2.232 páginas.

Ahora, la propuesta legislativa pasa al Senado, que debe dar su visto bueno antes de la medianoche del viernes al sábado, para evitar que el Gobierno se quede sin fondos e incurra en el que sería su tercer cierre parcial administrativo desde enero.

La Casa Blanca aseguró hoy que Trump apoya la ley y que la firmará para que entre en vigor, a pesar de que no incluye algunas de sus peticiones en materia migratoria.

El acuerdo adjudica fondos a las agencias gubernamentales hasta septiembre próximo y forma parte del pacto presupuestario de dos años que los demócratas y republicanos alcanzaron en febrero con el fin de acabar con las leyes de fondos provisionales, que les han valido numerosas críticas.

La ley incluye 1.600 millones de dólares para el muro, lejos de los 25.000 que pedía Trump, y además imponer importantes restricciones sobre cómo el Gobierno puede gastar esos fondos.

En concreto, el proyecto establece restricciones sobre la cantidad de kilómetros de muro que pueden construirse o dónde pueden ubicarse, determinado por ejemplo que, de los 1.600 millones de dólares, 251 millones deben emplearse en renovar la doble verja que ya existe entre San Diego (California, Estados Unidos) y Tijuana (México).

Pese a las presiones de los demócratas, el acuerdo no ofrece una solución para los jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, conocidos como "soñadores" y que habían estado protegidos de la deportación por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).

Ese programa fue proclamado en 2012 por el expresidente Barack Obama, pero Trump ordenó su fin para marzo, una decisión que ha sido bloqueada temporalmente por los tribunales.

En un principio, los demócratas condicionaron su apoyo a cualquier presupuesto a una solución para los "soñadores", pero finalmente cedieron en la negociación.

El presupuesto, además, establece un aumento de 78.000 millones de dólares para el Pentágono y 52.000 millones de dólares para programas sociales dentro de Estados Unidos.