> Estados Unidos desplegará 1.587 marines en Australia para hacer frente a los desafíos de China en la región, según ha informado este viernes la ministra de Defensa australiana, Marise Payne, que ha asegurado que la medida tiene como objetivo contrarrestar las agresiones de Pekín.

Payne ha señalado que los marines en cuestión pasarán seis meses entrenando en el norte de Australia. El número de efectivos desplegados ha aumentado en un 27 por ciento respecto a la cifra de marines enviados en 2017.

"El Ejército de Estados Unidos desempeña un papel fundamental a la hora de suscribir la seguridad y estabilidad en la región del Indo-Pacífico, y las Fuerzas de Iniciativa serán un componente esencial para preservar la estabilidad y la seguridad en la región durante las próximas décadas", ha insistido Payne en un comunicado.

El despliegue, que se llevó a cabo por vez primera en 2011, se ha convertido en un indicador fundamental sobre el compromiso de Washington en la región bajo la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump. También es una muestra de la disposición de Estados Unidos a contrarrestar la influencia de China en la región, donde la tensión ha aumentado debido a la disputa sobre el Mar de China Meridional.

Las autoridades de China reclaman gran parte de las aguas de la zona, que supone una importante ruta comercial y contiene grandes cantidades de gas natural.

Los efectivos estadounidenses entrenarán de forma conjunta con militares de Australia, Indonesia, Japón, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia. Muchas de estas naciones han reclamado la soberanía de las aguas o de parte de las mismas.

"China supervisará lo que sea que Estados Unidos haga y preferiría que Washington no trabajase con los países asiáticos incluidos en dichos ejercicios", ha aseverado el director del programa internacional de seguridad del think tank australiano Lowy Institute, Euan Graham.

Australia ha mantenido en numerosas ocasiones su neutralidad en relación con la disputa en el Mar de China Meridional en un intento por proteger sus relaciones económicas con China.

No obstante, las relaciones bilaterales entre ambos países se han deteriorado después de que el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, acusara a China de interferir en los asuntos de Canberra, unas declaraciones que han provocado las protestas del Gobierno chino.