Los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea (UE) evitaron hoy dar un apoyo explícito al ataque sobre Siria que realizaron este fin de semana Estados Unidos, el Reino Unido y Francia en respuesta al presunto uso de armas químicas el 7 de abril en Duma y se limitaron a asegurar que lo "entienden".

"El Consejo entiende que los ataques aéreos de Estados Unidos, Francia y el Reino Unido dirigidos contra las instalaciones de armas químicas en Siria fueron medidas específicas tomadas con el único objetivo de evitar usos adicionales de armas y sustancias químicas por parte del régimen sirio para matar a su propio pueblo", declararon.

Los jefes de la diplomacia de los Veintiocho se expresaron en ese sentido en las conclusiones de una reunión de ministros celebrada este lunes en Luxemburgo.

En ellas, también condenaron "firmemente" el empleo "continuado y repetido" de armas químicas por el Gobierno de Bachar al Asad, incluido el ataque del 7 de abril en el cual perdieron la vida decenas de personas y que es "una grave violación del Derecho internacional y una afrenta a la decencia humana", señalaron.

"La UE expresa su grave preocupación por la violación en Siria de la Convención sobre Armas Químicas y la prohibición universal de la utilización de armas químicas", dijeron, para más adelante manifestar su apoyo a la investigación de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) y plantear la posibilidad de aplicar sanciones adicionales a Damasco.

El ministro español, Alfonso Dastis, afirmó en una rueda de prensa durante el encuentro que no es posible "dejar sin reacción" la utilización de armamento químico por parte del régimen sirio, si bien apostó por una solución política y diplomática para poner fin a la guerra en el país árabe.

Asimismo, admitió que las conclusiones no recogieron un apoyo directo a los bombardeos de este fin de semana en Siria porque "algunos Estados miembros" tuvieron en cuenta que la iniciativa militar no contaba con el aval de Naciones Unidas.

Fuentes diplomáticas precisaron que Irlanda expuso las mayores reticencias, mientras que Suecia y Chipre también tuvieron ciertas reservas.

"Creo que todo el mundo hubiera preferido que el Consejo de Seguridad de la ONU tomara acciones decisivas con el mandato completo de la ONU. Eso no fue posible", declaró el ministro de Exteriores irlandés, Simon Coveney, en referencia a los vetos rusos en Naciones Unidas.

Su homólogo británico, Boris Johnson, dijo al llegar a la cita que los ataques "calibrados y proporcionados" contra el régimen de Bachar al Asad fueron "totalmente correctos", tanto para el Reino Unido como para el resto del mundo.

Sin embargo, recalcó que no fue un intento de cambiar el curso de la guerra o de apartar del poder al presidente sirio, Bachar al Asad, y aseguró temer que el conflicto continuará "en su modo horrible y miserable".

"Pero fue la forma en la cual el mundo dijo que había tenido suficiente con el uso de armas químicas. La erosión de ese tabú que ha estado en vigor durante cien años ha ido demasiado lejos bajo Bachar al Asad y era hora de que dijéramos no", explicó.

De todas formas, los Veintiocho quisieron poner el acento sobre la negociación para encontrar una solución política al conflicto, en el marco de las Naciones Unidas en Ginebra.

"Me parece muy claro que existe la necesidad de dar un impulso al relanzamiento del proceso político liderado por la ONU en este momento", declaró a su llegada al encuentro la alta representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, quien también pidió a Rusia e Irán, aliados de Damasco, presionar al Gobierno sirio para que forme parte de esas negociaciones.

No obstante, tras la cita afirmó que las condiciones hoy en el país árabe no son "mejores" que el año pasado, sino que se están "deteriorando".

Por otra parte, los ministros abordaron también el acuerdo nuclear iraní, en vísperas de que Estados Unidos tome una decisión sobre si lo abandona, y coincidieron en señalar la importancia de que Washington siga comprometido con él.

"Estamos haciendo todo lo que podemos para trabajar con nuestros amigos americanos para asegurar que todas las partes sigan totalmente comprometidas con la aplicación del acuerdo, como es el caso hasta ahora", afirmó Mogherini.

La jefa de la diplomacia europea subrayó que el pacto nuclear no está relacionado con la hipotética aprobación de nuevas sanciones comunitarias a Irán por su papel en el conflicto sirio.