El recién designado secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aterrizó hoy en Arabia Saudí en el debut de su primera gira por Oriente Medio, en la que abordará "numerosas cuestiones apremiantes" de la región, como la eventual retirada de EEUU de Siria o el acuerdo nuclear con Irán.

El exdirector de la CIA, confirmado en su cargo por el Senado este viernes, fue recibido a su llegada a Riad por su homólogo saudí, Adel al Yubeir, antes de participar en una "cena de trabajo" organizada por el príncipe heredero y hombre fuerte del país, Mohamed bin Salman.

Jaled bin Salman, hermano del heredero y embajador saudí en Washington, aseguró en Twitter que las discusiones con Pompeo girarán sobre "numerosas cuestiones apremiantes" en la región, "como el Yemen, Siria, Irán y la lucha contra el terrorismo".

Por su parte, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, subrayó que "Arabia Saudí juega un importante papel de liderazgo en el trabajo en aras de un futuro próspero y pacífico para la región".

Asimismo, Nauert destacó que "es fundamental una asociación estadounidense-saudí sólida" para lograr ese fin.

Pompeo llega al reino ultraconservador tras participar en Bruselas en una reunión de ministros de Exteriores de la OTAN en la que se mostró "unidad" ante las acciones "desestabilizadoras" de Rusia y se debatió sobre la continuidad del acuerdo nuclear iraní.

Pompeo tendrá oportunidad de ahondar sobre este tema con las autoridades de Arabia Saudí y posteriormente con las de Israel, los dos principales enemigos regionales de Teherán.

Durante el encuentro de los socios de la Alianza Atlántica, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió que se trataran asuntos no incluidos en el acuerdo nuclear iraní, como el programa de misiles balísticos de Teherán, a la espera de que el presidente estadounidense, Donald Trump, decida si su país abandona ese pacto antes del 12 de mayo.

Además de los misiles, el noruego hizo referencia al apoyo de Irán a grupos "extremistas", a las acciones de "desestabilización" en Oriente Medio y a las "amenazas" a la libre navegación marítima.

"Esto no está cubierto por el acuerdo nuclear iraní, así que esas son preocupaciones que deben ser tratadas fuera del pacto", declaró Stoltenberg.

Ayer, la canciller alemana, Angela Merkel, apuntó que el acuerdo nuclear con Irán, al que Riad se opone con firmeza, fue un primer paso, pero "no es suficiente", y se mostró dispuesta a seguir hablando con Trump sobre cómo mejorarlo y "contener" la influencia iraní en Oriente Medio.

Esta es precisamente una de las principales quejas de Riad y sus socios árabes del golfo Pérsico, que acusan a Irán de apoyar a los movimientos y grupos chiíes de la región, especialmente a los insurgentes hutíes del Yemen, con el objetivo de desestabilizar la zona.

En enero, Trump amenazó con retirarse del acuerdo con Irán si los países europeos firmantes -Francia, el Reino Unido y Alemania- no negocian con él cuanto antes un acuerdo paralelo que corrija los "defectos" del original.

Trump planea anunciar si sigue en el acuerdo antes del 12 de mayo, fecha en la que tiene que informar al Congreso estadounidense sobre el grado de cumplimiento del pacto nuclear.

La visita que comienza hoy se produce también apenas dos semanas después de que Adel al Yubeir confirmara que su país está en conversaciones con Washington sobre un eventual envío de tropas árabes al este de Siria.

"Hay conversaciones sobre el tipo de fuerzas que puedan establecerse en el este de Siria y de dónde vendrán. Estas conversaciones siguen en marcha", dijo Al Yubeir el pasado 17 de abril.

Este martes, Trump insistió en que quiere retirar a los cerca de 2.000 soldados estadounidenses que están en Siria "lo antes posible", pero aseguró que quiere dejar "una huella duradera" en el país y no dar "vía libre" a Irán para que haga lo que quiera.