Los colegios electorales abrieron hoy en Malasia a las 08:00 hora local (00:00 GMT) en unos comicios generales que se presentan como los más reñidos desde que hace más de sesenta años el país alcanzó la independencia.

Más de 14 millones posibles votantes están convocados a las urnas, en las que se podrán depositar los sufragios hasta las 17:00 hora local (09:00 GMT), cuando dará comienzo el escrutinio, cuyos primeros resultados se esperan para esta misma noche.

Tres horas después de abrir los colegios electorales la jornada se desarrollaba en un ambiente de calma en Kuala Lumpur y no se había informado de incidentes de gravedad en el resto del país.

Liderada por el actual primer ministro, Najib Razak, la coalición gobernante Barisan Nasional, o Frente Nacional, tiene como principal rival a la plataforma opositora Parakan Harakan, o Pacto por la Esperanza, encabezada por el ex jefe de Gobierno Mahathir Mohamed.

Las previsiones sitúan como favorito a Najib para renovar por segunda vez su mandato después de que fuera reelegido en las elecciones de 2013 para continuar en un cargo que ocupa desde 2009.

Los escándalos de corrupción que han dominado su gestión como primer ministro en los últimos años y el prestigio de Mahathir, cuyo gobierno de 1981 a 2003 coincidió con el despegue económico del país, auguran, no obstante, un resultado muy estrecho.

El desarrollo de la campaña electoral y las circunstancias en que se celebran los comicios han recibido críticas de grupos de la sociedad civil, que dudan de la imparcialidad de la administración.

"Estas elecciones han estado salpicadas de irregularidades, como siempre ocurre en este país", declaró Jerald Joseph, presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia.

"Hemos detectado reparto de dinero y de prebendas a votantes para que apoyen a la coalición gubernamental", aseguró.

Noor Farida Arrifin, portavoz de la organización reformista Grupo 25, denunció en declaraciones "la politización del Islam por parte de Najib para ganarse el voto de la mayoría malaya".

"Es un juego peligroso porque conduce a la radicalización", dijo.

Varios países occidentales declinaron la invitación de enviar observadores a la cita electoral, que no es supervisada por la UE.

Los únicos países que han enviado observadores son los vecinos Birmania y Tailandia, y algunos estados islámicos, como Azerbayán.

Además de las principales coaliciones electorales, en los comicios también concurre el Partido Islamista de Malasia (PAS), aunque con bajas expectativas de representación.

Según medios locales, la participación rondará el 80 por ciento.

Los comicios son los decimocuartos en Malasia -compuesto por un mosaico étnico y religioso de mayoría malaya y musulmana pero con minorías china e india y presencia de otros credos-, desde que se emancipara en 1957 del Reino Unido, la antigua potencia colonial.