Una treintena de activistas de Greenpeace han bloqueado hoy la entrada principal de la Cancillería Federal de Austria en Viena, en protesta contra la intención del Gobierno de aprobar la ratificación del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (CETA).

No obstante, según informó la radio y televisión pública ORF, el bloqueo del citado acceso a la sede del Gobierno austríaco no impedirá la reunión prevista para este miércoles del Consejo de Ministros, dado que el edificio cuenta con varias entradas.

"Con CETA se decidirá un acuerdo que socava los estándares ambientales y de protección al consumidor, y pone en peligro las estructuras democráticas", explicó el portavoz de Greenpeace Herwig Schuster en un comunicado.

La nota indica que con su acción, que comenzó a las 07.00 hora local (05.00 GMT) cuando los activistas se ataron entre sí con cadenas de acero, la ONG ecologista "se interpone" en el camino hacia la adopción del tratado internacional.

Greenpeace exige a Viena que diga ''No'' a CETA y acusa al ultranacionalista Partido Liberal FPÖ del vicecanciller, Heinz Christian Strache, de incumplir una de sus principales promesas electorales, añade el comunicado.

Todo apunta a que el controvertido acuerdo comercial será ratificado en breve pues el visto bueno a ese paso fue uno de los compromisos exigidos al FPÖ por el democristiano Partido Popular del canciller federal, Sebastian Kurz, para formar la coalición que asumió el poder en diciembre de 2017.

Greenpeace denuncia el giro radical de los ultranacionalistas en esta postura y afirma que, según una reciente encuesta, "el CETA es rechazado por casi tres cuartas partes de la población" austríaca.

La acción de los ecologistas, que seguía en curso hacia las 09.30 hora local (07.30 GMT), coincidía con otra protesta en la Ballhausplatz (la plaza delante de la Cancillería Federal) contra los planes del Gobierno de ahorrar en sanidad, una manifestación organizada por los sindicatos.