Al menos once personas murieron, en su mayoría civiles, y otras cuatro resultaron heridas hoy en un ataque suicida contra un puesto de control de las fuerzas de seguridad en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, informaron a Efe fuentes oficiales.

Un insurgente suicida hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco sobre las 10.00, hora local (5.30 GMT), en el distrito policial número seis de Jalalabad, capital de Nangarhar, indicó el portavoz del gobernador provincial, Attaullah Khogyanai.

El objetivo del ataque, que también infligió daños materiales en tiendas y vehículos de civiles, fue un puesto de control de las fuerzas de seguridad creado para registrar los vehículos que pasaban por la zona.

El portavoz del Directorio de Salud Pública de Nangarhar, Inamullah Myakhil, situó el balance de víctimas en diez muertos -además del atacante- y cuatro heridos, que han sido trasladados al Hospital Provincial.

Entre los heridos se encuentran dos miembros de la principal agencia de inteligencia afgana, el Directorio Nacional de Seguridad (NDS, en inglés), de acuerdo con Khogyanai.

El portavoz de la Policía provincial, Hazrat Hussain Mashriqiwal, confirmó que se trató de un atentado suicida y agregó que las tropas están investigando para esclarecer los detalles del suceso.

Ningún grupo ha reclamado por el momento la autoría del atentado en Nangarhar, donde están tanto los talibanes como el grupo yihadista Estado Islámico (EI), que tiene su bastión en esta región.

Jalalabad fue escenario a principios de mes de un atentado suicida que costó la vida a 19 personas y causó heridas a otras 21, en su mayoría miembros de las minorías hindú y sij, coincidiendo con una visita del presidente afgano, Ashraf Gani.

Desde el fin de la misión de combate de la OTAN en enero de 2015, el Gobierno de Kabul ha ido perdiendo terreno ante los talibanes hasta controlar apenas un 56 % del país, según el inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos.