La lira turca llegó a depreciarse hoy un 10 % y superó la barrera de las seis unidades por dólar, para recuperar después gran parte del terreno perdido, en medio del nerviosismo de los mercados por las sanciones impuestas por EEUU y la interferencia del Gobierno en la política monetaria.

La lira ya cayó ayer un 5 % frente al dólar y el euro, y en una semana acumula una depreciación de alrededor del 20 %, hasta tocar su mínimo histórico frente a las divisas de referencia.

El pasado día 1 de agosto, cuando EEUU impuso sanciones a Turquía por la detención de un pastor protestante estadounidense bajo la acusación de actividades terroristas, la lira cotizaba a cinco unidades por dólar.

A las 6.30 GMT un euro se cambiaba por 7,20 liras y un dólar por 6,30 liras, pero poco después logró remontar y a las 8.20 GMT se situaba a 6,81 frente al euro y 5,95 frente al dólar, lo que equivale a una depreciación del 3,8 % frente al billete verde.

Los expertos atribuyen la depreciación de la moneda turca a la fragilidad de la economía del país euroasiático, basada sobre todo en el consumo interno, con un alto déficit comercial y necesitada de inversiones extranjeras.

El flujo de dinero extranjero, sin embargo, escasea ante lo que muchos inversores perciben como una falta de estabilidad política, crecientes tensiones con Estados Unidos y la interferencia del Gobierno en la política monetaria del Banco Central.

Así, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha advertido repetidamente contra la intención de subir los tipos de interés, mientras que los analistas consideran esta medida necesaria para frenar la alta inflación, del 15 por ciento, y estabilizar la moneda.

Anoche el mandatario turco afirmó que la depreciación de la lira era fruto de una "campaña" del exterior.

"Hay varias campañas. No os preocupéis por ellos y no os olvidéis que ellos tienen dólares, pero nosotros tenemos a nuestro pueblo y a Dios", dijo Erdogan en declaraciones retransmitidas por el canal CNNTürk.

Hoy se espera que el ministro de Finanzas, Berat Albayrak, presente sus ideas sobre un "nuevo modelo económico" que permita estabilizar la lira y reduzca la inflación, que se sitúa en el 15,8 % interanual.