Scott Morrison juró hoy como primer ministro de Australia tras hacerse con las riendas del Partido Liberal, en el poder desde 2013, durante una votación interna para paliar la crisis de gobernabilidad en la nación.

El nuevo mandatario fue investido por el gobernador general, Peter Cosgrove, quien representa a la jefa de Estado de Australia, la reina Isabel II de Inglaterra.

Morrison, de 50 años y de ideas conservadoras, prometió ante los medios estabilidad y unidad para la agrupación política y el país y aseguró que su Gobierno se centrará en "mantener la economía fuerte y a Australia segura".